The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin||

Capítulo 23

Kim Seokjin

Desde la última vez que vi a Gaeul, decidí concentrarme en mis restaurantes, dejando a alguien a cargo en todas las sucursales para dedicarme únicamente al proyecto de mi padre.

Ahora, tres largos días han pasado, y finalmente es lunes. Me encamino hacia la empresa de los Kang, aparcando mi auto después de unos diez minutos de viaje. Mientras subo en el ascensor, escucho a dos mujeres conversando acerca de Gaeul.

—La señora Jeon, volverá hoy —le comenta una a su amiga.

—No le digas así, sabes que ella no cambió su apellido y solo le gusta que le llamen señora Kang —le advierte.

—Yo tampoco querría el apellido de ese patán, todos aquí sabemos que el señor Jeon tiene una aventura con Jennie —dice la otra, molesta.

—Pero últimamente he visto al señor Jeon muy cariñoso con su esposa, aunque tal vez solo la está usando —añade, suspirando—qué pena por la señora Kang.

Ellas llegan a su piso y se bajan del ascensor, mientras yo sigo subiendo hasta el área de la presidencia. Al llegar, veo al señor Jeon esperándome.

—Bienvenido, señor Kim, yo soy Jeon Jungkook y también trabajaré con usted. Le daré mucho apoyo a este proyecto para que salga bien —dice, aunque mis pensamientos están puestos en Gaeul.

—Mucho gusto, señor Jeon, por favor, llámeme Seokjin. ¿Usted estará a cargo del proyecto? —pregunto, aunque ya tengo la respuesta en mente.

—No, mi esposa está a cargo de este proyecto. Sígame por aquí —me dice, y lo sigo hasta la oficina de Gaeul. —Amor, ¿puedo pasar?

—Sí, Kook, pasa —responde Gaeul. Cuando entramos, ella está tomando café, pero en cuanto me ve, parece atragantarse.

Estoy a punto de ayudarla, pero su esposo corre hacia ella y le da unas palmaditas en la espalda. Gaeul intenta actuar normal.

—Amor, él es Kim Seokjin, estará a cargo del proyecto de los hoteles "Moonlight" —explica Jeon Jungkook.

—Mucho gusto, señora Kang. Para que se sienta más cómoda, puede llamarme solo Jin —digo, tomando su mano y encontrando su mirada. Ella es tan hermosa, con su cabello recogido, luce perfecta.

—Un gusto conocerlo, señor Kim —respondemos al unísono, con nuestros ojos entrelazándose por un momento.

—Bueno, creo que ya se conocen. Ahora pueden soltarse —dice su esposo, claramente celoso.

—Jungkook, voy a hablar con el señor Kim sobre la planificación del proyecto. Puedes retirarte —anuncia Gaeul, y por fin me quedaré a solas con ella.

—Bueno, Gaeul, nos vemos después —le dió un beso en la frente a su esposa—te amo —dice Jungkook antes de irse de la oficina. Gaeul cierra la puerta tras él y me mira con enfado.

—¿Por qué no me lo dijiste? —pregunta.

—Yo tampoco sabía que iba a trabajar contigo —confieso.

—No, eso no. ¿Por qué ocultaste que eres el heredero de una de las cadenas hoteleras más grandes del país? —explica Gaeul.

—Recuerdas el restaurante al que te llevé, también soy el dueño y de todas sus franquicias —ella se sorprende.

—¿Por qué lo ocultaste? —insiste.

—Mi prometida fingía que me quería solo por eso —comienzo a explicar—te mentí para que me veas simplemente como Jin.

—Ay Jin, eres una gran persona. Tu futura esposa es muy afortunada —dice y me sonríe.

—Tú serás la afortunada. Deja a Jeon, ¿qué importa si pierdes todas tus acciones? Te daré las mías, solo tienes que ser mi esposa —digo, tomando su mano—pero también tengo otra condición.

—¿Cuál? —pregunta.

—Que me quieras mucho y me consientas —añado con una sonrisa.

—Eres muy dulce, pero ya estoy casada, y la última vez casi me metiste en problemas con esas flores —me recuerda.

—Solo son flores lindas para la mujer más hermosa y que ahora es mi socia.

—Pero después no me escribiste en tres días —comprendo que quizás está molesta por eso.

—¿Me extrañaste? —pregunto, en tono burlón.

—No es solo eso, pensé que… —ahora entiendo a qué se refiere.

—¿Qué me había rendido? —ella asiente con la cabeza—no te preocupes, haré todo lo posible para ser tu segundo y último esposo.

—Ya te dije que estoy casada, y las cosas han ido bien hasta ahora —confiesa.

—Pero no le dijiste "te amo" —le hago notar.

—No se lo dije porque aún estoy dolida por todo lo que me hizo —admite—pero eventualmente se lo diré.

—Está bien, sigamos siendo amigos hasta entonces —digo, mirándola fijamente—pero siempre habrá un espacio solo para ti en mi corazón.

—Ay Jin, mereces a una mujer mejor que yo, alguien de quien estés seguro de sus sentimientos —dice y niego.

—Desde que chocamos ese día en el supermercado, me di cuenta de que eres la única mujer que quiero a mi lado —confieso, y ella me sonríe.

—Está bien, seamos amigos, pero no te ilusiones. Lo que menos quiero es seguir hiriendo tus sentimientos —dice, mirando al suelo.

—Gaeul —ella me mira, y la abrazo—no estoy herido. Aunque duró poco, tu amor me sanó.

Había algo innegable; los sentimientos entre ella y yo no habían desaparecido. Estoy dispuesto a hacer todo lo posible para conquistar su corazón por completo.

Prepárate, Jeon Jungkook, porque no pienso dejarla ir tan fácil esta vez.