Capítulo 20

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Jeon Jungkook

Después de la visita de Gaeul, no podía evitar sentir una inmensa felicidad. Había olvidado lo hermosa que se ve cuando se sonroja y cómo su sonrisa ilumina toda una habitación.

—Señor Jeon, el señor Kim está en la recepción —anunció mi secretario, Jimin.

—Buenas tardes, señor Kim. Lo estaba esperando —saludé con una sonrisa y le ofrecí una silla frente a mi escritorio.

El señor Kim es el dueño de la prestigiosa cadena de hoteles "Moonlight," y su hijo es propietario de todos los restaurantes asociados a esta cadena.

—Hola, señor Jeon. No seas tan formal, por favor. Tu padre es mi mejor amigo —dijo con una amigable sonrisa—. Solo pasaba para decirte que estoy de acuerdo en que implementen su tecnología en mis hoteles.

—Maravilloso. Mi esposa será la encargada de este proyecto, aunque se está tomando unos días libres —expliqué—. No se preocupe, regresará el lunes para empezar a planificarlo todo.

—No me haré cargo personalmente. Estoy ocupado cerrando otros acuerdos. Mi hijo, Seokjin, se hará cargo del proyecto —me informó.

—Escuché que su hijo se tomó unos días para organizar su boda —dije, y su expresión se tornó triste.

—Así es. Estaba emocionado, pero al final, debido a adversidades de la vida, se canceló todo. Él sigue siendo soltero —comentó, y eso me hizo pensar en mi esposa trabajando estrechamente con un hombre soltero.

—Lo siento, no lo sabía —me disculpé sinceramente.

—No te preocupes. Si conoces alguna chica soltera que quiera casarse, puedes presentarla a mi hijo —bromeó y soltó una risa.

—La verdad es que no soy el más indicado para eso. Desde que me casé, solo tengo ojos para mi esposa —mentí, consciente de que mi matrimonio tenía problemas profundos.

—Gaeul, una chica tan dulce y amable. Tuviste suerte de conocerla. Si ella siguiera soltera, la quisiera como nuera —dijo con una sonrisa, y yo no pude evitar sentirme un poco incómodo—. Pero no te preocupes, me alegra que sean un matrimonio feliz.

—Gracias, señor Kim. Haremos todo lo posible para que su hijo se adapte rápidamente a la empresa —respondí, deseando que ese proyecto no cause problemas en mi relación.

El señor Kim se despidió y salió de mi oficina. Volví mi atención al trabajo, tratando de terminar rápidamente para poder regresar a casa y estar con Gaeul.

Jennie se había tomado unos días de vacaciones para ir a la playa con su "amiga." No había tenido la oportunidad de enfrentarla como debía, y ella seguía pensando que todavía estábamos juntos.

Finalmente, mi celular sonó, y vi que era Jennie. Decidí no contestar y seguí trabajando. Poco después, Jimin entró a mi oficina.

—Es hora de salida. ¿Necesita que me quede con usted o puedo retirarme? —preguntó.

—Puedes retirarte. Yo también me voy. Quiero volver a casa para estar con mi esposa —respondí, emocionado por ver a Gaeul.

—Nos vemos mañana, señor Jeon —se despidió Jimin antes de retirarse.

Cerré la puerta de mi oficina y bajé al estacionamiento para subir a mi auto. Conduje hasta casa, ansioso por reunirme con Gaeul.

Al llegar a casa, estacioné mi auto y corrí hacia la puerta. Abrí la puerta de casa y encontré a Gaeul en el sofá, dormida. Me senté a su lado y con cuidado coloqué su cabeza en mis piernas.

Comencé a acariciar su cabello con ternura. No podía entender cómo había dejado que se alejara de mí. Me había dado cuenta de que la amaba profundamente, pero temía haberla perdido para siempre.

—No quiero perderte —susurró Gaeul en su sueño.

—No te volveré a perder, lo prometo —respondí en voz baja, inclinándome para dejar un suave beso en su mano.

Gaeul comenzó a despertarse y se asustó al verme allí. Se levantó de un salto y me miró con sorpresa.

—Jeon, ¿desde cuándo estás aquí?

—Hace un rato. Pensé que lo habías notado. Mencionaste en tus sueños... —comencé a explicar, pero luego decidí no profundizar—. Mejor olvídalo.

—¿Cómo te fue? —preguntó, cambiando de tema.

—Todo salió bien. Tengo buenas noticias. A partir del lunes, serás la encargada del proyecto de los hoteles "Moonlight" —anuncié con una sonrisa.

—¡Genial! Trabajar con el señor Kim siempre ha sido agradable —dijo Gaeul, entusiasmada.

—Trabajarás con su hijo, así que estaré vigilando —le advertí, con una nota de celos en mi voz.

—Nunca lo he visto. Tal vez sea un hombre de unos cuarenta años y tú ya estás celoso —bromeó, lanzándome una mirada de desaprobación.

—De acuerdo a lo que me contó mi padre, tiene cinco años más que nosotros. Nunca quiso involucrarse directamente en la empresa de su padre. Es un caso extraño —admití, aunque seguía preocupado por la idea de Gaeul trabajando con otro hombre—. Pero por ahora, solo quiero estar contigo, mi esposa.

La hice recostarse en el sofá y me acerqué a sus labios, deseando besarla con pasión. Sin embargo, Gaeul me empujó suavemente para separarnos y se levantó apresuradamente.

—No, Jeon. Lo siento. Debo preparar la cena —dijo, evitando mi mirada y corriendo hacia la cocina.

Es extraño que Gaeul no quisiera besarme ni tocarme. Empecé a sentir que soy un extraño para ella, lo cual me preocupa profundamente.

¿Y si ella está guardando el recuerdo de su encuentro con ese otro hombre?

Si tan solo pudiera enfrentarlo, le haría saber que Gaeul es mi esposa y que borraré cualquier huella de su presencia en su vida.

The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora