Capítulo 22

148 13 0
                                    

Jeon Jungkook

Después de horas de arduo trabajo elaborando informes, finalmente llegó la hora del almuerzo, y solo estaba esperando a mi esposa para que pudiéramos comer juntos. Mi mente estaba llena de pensamientos sobre cómo sería ese momento.

De repente, alguien tocó la puerta de mi oficina, sacándome de mis pensamientos. La abrí y me encontré con mi esposa, quien luce deslumbrante este día.

-¿Nos vamos? -preguntó con una sonrisa radiante.

-No hay prisa, ven aquí -dije, tomando su mano y conduciéndola hacia mi oficina.

-Jungkook, ¿qué estás haciendo? -preguntó nerviosa cuando puse mis manos alrededor de su cintura.

-Nada, solo quiero un beso de mi esposa, ¿hay algo malo en eso? -respondí con ternura.

-Pero estamos en tu oficina, mejor vámonos -dijo, aunque no ofrecía resistencia mientras la cargaba y la sentaba en mi escritorio.

-No hay nadie aquí, todos están en la cafetería -le aseguré, y su sonrisa se hizo más amplia-así que relájate.

Me acerqué a ella y finalmente cedí a la atracción que sentía. La besé con pasión en los labios, pero pareció sorprendida y no siguió el beso. Me sentí desanimado al pensar que mi esposa no desea nada conmigo.

-Mejor vamos a comer -dije, ocultando mi desilusión detrás de una sonrisa forzada.

-Jungkook, ¿estás molesto? -preguntó, notando mi cambio de ánimo.

-No, solo que debo aceptar que tú no quieres a tu esposo, está bien -dije, sintiéndome derrotado.

-No seas dramático, es solo que estaba desprevenida y no sabía qué hacer -admitió.

-Entonces ven aquí -pensé que esta sería la última oportunidad.

Ella se acercó tímidamente, y coloqué un mechón de su cabello detrás de su oreja antes de tomar su rostro con suavidad y comenzar a besarla. Los labios de mi esposa se movieron en sintonía con los míos, y el beso se volvió adictivo. Tomamos un respiro y volvimos a besarnos con pasión.

-Te extrañé tanto -dije cuando recuperamos el aliento.

La hice sentarse en mi regazo, y nuestros besos continuaron, cada uno más apasionado que el anterior. Mi mano comenzó a acariciar su cuerpo, y ella respondió con sus propias caricias.

-Kook, no podemos -dijo, algo agitada.

-No te preocupes, estamos a solas -dije, mordiendo su oreja con un toque juguetón.

Continué acariciando sus piernas lentamente, disfrutando de la intimidad que compartíamos, hasta que la puerta de la oficina se abrió abruptamente. Nos separamos apresuradamente, pero ya era demasiado tarde, alguien nos había visto.

-¿Qué se supone que estás haciendo con ella? -es Jennie, y su mirada ardía de furia.

-Señorita Kim, no puede entrar así a mi oficina, especialmente cuando estoy con mi esposa -respondí seriamente, ignorando su pregunta.

-Jungkook, los dejo solos, necesitan hablar -dijo mi esposa, y yo tomé su mano para asegurarle que todo estaría bien.

-No te preocupes, solo vamos a hablar -le susurré-nos vemos en casa después, bunny.

La abracé y le di un beso en la frente antes de que saliera de la oficina. No quería que se sintiera insegura ni herida por la situación. Mi prioridad era reconstruir nuestra relación.

Una vez que mi esposa se retiró, me encontré a solas con Jennie, quien parecía estar a punto de explotar de ira. Sin embargo, no me importaba, pues ella había sido la causa de nuestros problemas.

-No contestas mis mensajes y te encuentro besándote con ella, eres de lo peor, Jeon -me acusó Jennie con amargura.

-Ella tiene un nombre, es Gaeul, y te recuerdo que es mi esposa. Además, es la hija de tu jefe -le recordé, sintiendo la frustración crecer en mi interior-además, tú me engañaste.

-Ella seguramente inventó todo eso -dijo, soltando una risa sarcástica.

-Yo te vi con él, te pidió matrimonio. No soy estúpido, Jennie. Además, te fuiste de viaje con él. ¿Qué más necesitas? -exclamé, lleno de enojo.

-Amorcito, yo... -trató de disculparse, pero la interrumpí.

-Para ti, solo soy el señor Jeon. Arruinaste el día de mi boda diciendo que ibas a regresar. Jugaste conmigo haciéndome sentir culpable por no cumplir la promesa que le hice a tu madre -le reclamé, recordando el dolor de aquel día.

-Para que sepas, él me ama, y no te necesito -replicó, desafiante.

-Nunca te pedí que hicieras lo que hiciste, pero ahora soy feliz con él, y solo es cuestión de tiempo para que tu esposa también te deje -continuó provocando mi ira.

-Vete de aquí, ahora -grité, apuntando hacia la puerta, incapaz de soportar más su presencia.

-Me pregunto cómo será el segundo esposo de Gaeul, seguro que será más guapo que tú -siguió provocando, insinuando que mi relación con Gaeul estaba en peligro.

-¡Que te vayas! -rugí, perdiendo la paciencia por completo.

-Tu ganas, pero no sé por qué te pones así, si hace unos días la idea de separarte de ella te encantaba -dijo con tono burlón antes de finalmente salir de mi oficina.

Ella se retiró, y en mi enojo, lancé todos los objetos que estaban sobre mi escritorio al suelo, liberando la frustración que sentía.

La puerta se abrió una vez más, y estuve a punto de estallar si era Jennie nuevamente. Estaba listo para hacer que la despidieran.

-¿Qué quieres? -pregunté con rabia, sin mirar a la persona que había entrado.

-Solo quería saber si estás bien -es la voz de mi esposa, y al escucharla, toda mi ira se desvaneció.

-Bunny, no sabía que eras tú -dije, y cuando la vi, sentí un alivio inmenso.

-Si estás alterado, puedo volver después -ofreció, pero la detuve inmediatamente.

-No, amor, ven aquí a mis brazos -le dije, y ella se acercó de inmediato para abrazarme.

-Todo está bien, Kook -dijo con dulzura, acariciando mi espalda en un gesto tranquilizador.

-Todo estará bien, si estás a mi lado -suspiré, finalmente liberando toda la tensión que había acumulado-mi Gaeul, no me dejes, por favor.

-Ay, Kook, tranquilo, no lo haré -prometió, tratando de darme consuelo.

Era oficial; mis sentimientos por mi esposa estan renaciendo con una fuerza que no había sentido en mucho tiempo, como si fuera la primera vez que me enamoré de ella. No permitiría que nada ni nadie nos separara.

The one ||Jeon Jungkook y Kim Seokjin|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora