Capitulo 9

1.3K 150 3
                                    


La tensión en la sala del consejo se podía cortar con un cuchillo. Todos los presentes podían ver el rostro siempre sereno del rey tomar un color sonrosado por el enojo que le causa esta situación.



El rey debía tomar una nueva esposa.



-Buenos días, mis señores – comenzó Viserys, apretando su mano debajo de su túnica. No deseaba esto y mucho menos tomar a una persona que no deseaba como esposa.



La búsqueda para encontrar a sus hermanos habia sido un fracaso total, sin pistas ni rastros de ellos. Viserys estaba seguro de que se debía a la popularidad que ambos tenían que las personas callaban sobre su paradero.



Habia querido retrasar un poco más esta reunión al igual que su mano, pero, los deberes no podían retrasarse más y estaba claro que no podía dejar al reino con solo una heredera.



-Su majestad – respondieron al unisonó los presentes, inclinando sus cabezas con respeto, tomando asiento en la mesa



-Supongo que todos sospechan por que los he mandado a llamar aquí este día – continuo el rey, dirigiendo su mirada a su hija al otro lado de la mesa, inhalando nervioso cuando la vio sonreír – He decidido tomar una nueva esposa



Todos se observaron entre sí, evaluando las reacciones de los demás.



Lyonel se encontraba firme en su lugar dirigiendo una mirada rápida a la mano del rey observando con satisfacción el rostro ensombrecido y postura tensa que traía Otto Hightower. Estaba seguro de que si los príncipes se encontraran ahí también hubieran disfrutado ver a él gran Hightower arruinado al ver que sus planes no se habían realizado como esperaba.



Todos se encontraban metidos en sus pensamientos en el corto silencio que habia causado el rey luego de su declaración que nadie le prestó atención a la princesa Rhaenyra, quien se encontraba alejada de la mesa, evitando tener contacto con algún miembro del consejo.



De postura tensa, con los brazos detrás de su espalda, clavándose las uñas en las palmas de sus manos por la ansiedad que le ocasionaba aquel momento. Sus ojos violetas ocultando la vulnerabilidad que sentía en ese momento, igual de perdida que el mismo día que quemo la pira de su madre y hermano.



Sus tíos no estaban para reconfortarla y aunque estaba triste por ello, sabia del por qué ambos habían tomado la decisión de retirarse de la fortaleza.



Pues la candidata más conveniente para su padre era la princesa Daella y estaba segura que su tía iba a negarse a casarse aun si este matrimonio la volvía reina de los siete reinos y por supuesto, su tío Daemon con Ser Strong resguardarían su seguridad aun si esto provocaba la ira de su padre.

The Dragon PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora