xi. "sed"

1.8K 150 7
                                    

Entré a la parte vip de aquél boliche en dónde íbamos a festejar nuestro ante-último día en Argentina. Estábamos casi todos y me sorprendía bastante la cantidad de privacidad y seguridad que nos había accedido el local.

Lamentablemente no pude asistir con Elena y a duras penas se quedó a cargo de su niñera, Emi.

Me acerqué con una sonrisa hacía dónde estaban Rodrigo y Paulo con sus respectivas parejas. En vez de bailar, miraban a sus costados cómo si estuvieran buscando a alguien. Ni siquiera se percataron de mi presencia hasta que hablé cerca de los oídos de ambos.

— ¿A quién andan criticando ustedes dos? —cuestioné entre risas, asustando a ambos.

— ¡Estupido! Presentate o hace algo antes de venir así. —se quejó el número 7 para acto seguido sonreírme y saludarme con un pequeño abrazo.

Paulo solamente se rió e hizo lo mismo que su otro amigo, sólo que, su abrazo fue más duradero.

— Hola chicas. —saludé a Oriana y Martina, quiénes estaban completamente sumidas en una conversación de la cuál poco me importaba.

— ¿Qué onda? ¿Es sábado y sus cuerpos lo saben? —levanté un poco el mentón, mirando hacia el frente en dónde Lauta, Ota y Enzo disfrutaban de la música. Si no fuera porque no teníamos permitido el alcohol, diría que estaban un poco dados vuelta.

Pero así eran. Así de locos estaban.

— Estábamos viendo quién venía bien vestido y quién no. —respondió el cordobés, tapándose la boca.

— ¿Por qué te tapas la boca? —murmuré, juntando mis cejas.

— Es que este pelotudo me habla así y bueno. —avergonzado, señaló a Rodrigo y sin más, bajó su mano.

— Hasta ahora, la mejor vestida de esta noche es Lola. —intervino el barbudo, ajeno a los acotes de Dybala.— ¿Ya la saludaste?

— ¿Eh? ¿Yo? —sus cuatros ojos me inspeccionaron y sin emitir sonido, asintieron.— ¿Por qué yo?

— Porque preguntó por vos.

— "¡Ay! ¿Lean no viene?" —imitó su tono de voz Rodrigo.— Yo creo que tiene sed de morochito de ojos claros y bostero, pero cómo siempre soy el que se equivoca con cualquiera...

— ¿Vos te acordas cuando me hiciste encarar a la amiga de Martina y al final me terminó diciendo que era lesbiana?

— Bueno pero esa vez capté mal las señales. Pensé que quería estar con vos.

— Una camiseta quería, mamerto.

— Bueno, es lo mismo.

— Son los dos bastante obvios.—susurró Paulo, mirando en dirección a las mesas que rodeaban la pista.

— ¿Me traes más juguito? —me extendió su brazo el triple t, mirándome de una forma horrible que daba de todo menos ternura.

— Te traigo pero sólo porque me das asco.—gesticulé frunciendo mis labios y sin más, caminé directamente a la barra.

Apenas llegué, un chico de tez blanca y bastante teñido, me atendió con una sonrisa de lado a lado. Me ofreció jugo de todos los gustos posibles e incluso me dijo que teníamos permitido tomar gaseosa, pero, mi mente sólo podía observar aquellas letras que rodeaban esa botella de cristal.

Hace cuanto no tomaba un fernecito bien rico.

— Prepárame un fernet pero reducí un poco el 30 de gaseosa.—susurré.— Y en este vaso servime baggio de naranja.

unkept secrets,  leandro paredes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora