Entré a la parte vip de aquél boliche en dónde íbamos a festejar nuestro ante-último día en Argentina. Estábamos casi todos y me sorprendía bastante la cantidad de privacidad y seguridad que nos había accedido el local.
Lamentablemente no pude asistir con Elena y a duras penas se quedó a cargo de su niñera, Emi.
Me acerqué con una sonrisa hacía dónde estaban Rodrigo y Paulo con sus respectivas parejas. En vez de bailar, miraban a sus costados cómo si estuvieran buscando a alguien. Ni siquiera se percataron de mi presencia hasta que hablé cerca de los oídos de ambos.
— ¿A quién andan criticando ustedes dos? —cuestioné entre risas, asustando a ambos.
— ¡Estupido! Presentate o hace algo antes de venir así. —se quejó el número 7 para acto seguido sonreírme y saludarme con un pequeño abrazo.
Paulo solamente se rió e hizo lo mismo que su otro amigo, sólo que, su abrazo fue más duradero.
— Hola chicas. —saludé a Oriana y Martina, quiénes estaban completamente sumidas en una conversación de la cuál poco me importaba.
— ¿Qué onda? ¿Es sábado y sus cuerpos lo saben? —levanté un poco el mentón, mirando hacia el frente en dónde Lauta, Ota y Enzo disfrutaban de la música. Si no fuera porque no teníamos permitido el alcohol, diría que estaban un poco dados vuelta.
Pero así eran. Así de locos estaban.
— Estábamos viendo quién venía bien vestido y quién no. —respondió el cordobés, tapándose la boca.
— ¿Por qué te tapas la boca? —murmuré, juntando mis cejas.
— Es que este pelotudo me habla así y bueno. —avergonzado, señaló a Rodrigo y sin más, bajó su mano.
— Hasta ahora, la mejor vestida de esta noche es Lola. —intervino el barbudo, ajeno a los acotes de Dybala.— ¿Ya la saludaste?
— ¿Eh? ¿Yo? —sus cuatros ojos me inspeccionaron y sin emitir sonido, asintieron.— ¿Por qué yo?
— Porque preguntó por vos.
— "¡Ay! ¿Lean no viene?" —imitó su tono de voz Rodrigo.— Yo creo que tiene sed de morochito de ojos claros y bostero, pero cómo siempre soy el que se equivoca con cualquiera...
— ¿Vos te acordas cuando me hiciste encarar a la amiga de Martina y al final me terminó diciendo que era lesbiana?
— Bueno pero esa vez capté mal las señales. Pensé que quería estar con vos.
— Una camiseta quería, mamerto.
— Bueno, es lo mismo.
— Son los dos bastante obvios.—susurró Paulo, mirando en dirección a las mesas que rodeaban la pista.
— ¿Me traes más juguito? —me extendió su brazo el triple t, mirándome de una forma horrible que daba de todo menos ternura.
— Te traigo pero sólo porque me das asco.—gesticulé frunciendo mis labios y sin más, caminé directamente a la barra.
Apenas llegué, un chico de tez blanca y bastante teñido, me atendió con una sonrisa de lado a lado. Me ofreció jugo de todos los gustos posibles e incluso me dijo que teníamos permitido tomar gaseosa, pero, mi mente sólo podía observar aquellas letras que rodeaban esa botella de cristal.
Hace cuanto no tomaba un fernecito bien rico.
— Prepárame un fernet pero reducí un poco el 30 de gaseosa.—susurré.— Y en este vaso servime baggio de naranja.
ESTÁS LEYENDO
unkept secrets, leandro paredes.
Fanfiction▭▬ ❛ a veces los secretos te llevan a la locura pero en otras ocasiones, te salvan la vida de miles de maneras posibles. ❜ 𝙀𝙉 𝘿𝙊𝙉𝘿𝙀 𝙇𝙀𝘼𝙉𝘿𝙍𝙊 se entera que es papá gracias a una nena de 7 años que tocó su puerta porque su mamá no podía...