Segundo amanecer

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No era la azotea más hermosa de la ciudad,
pero sus vistas se la jugaban.

Estaba un poco vieja y maltratada,
por la lluvia,
por los rayos,
por el pasar de los años.

Había presenciado mucho,
primeros besos,
peleas entre enamorados,
por vivir en una escuela, reinando desde lo alto.

Pero ella,
ella era diferente, solo mirada,
buscaba algún destello,
alguna señal de que se aproximaba.

La azotea nunca supo que exactamente buscaba.
Amante del arte,
de la simpleza, de la luz dentro de las estrellas.

Solo quería ver el sol,
presenciar el amanecer por segunda vez,
olvidar sus miedos mientras se hacía un poco más mujer.

Poemas al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora