Dulce a las moscas

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No quiero caer de nuevo. El abismo me llama como mismo lo hace el dulce a las moscas, silencioso con su aroma. Mi alma está cuarteada y mi mente se colapsa entre las definiciones de los trastornos con los que la han diagnosticado. Los deseos me nublan la vista y me llevan a lo que más temo: perderme mientras me encuentro.

Poemas al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora