Estaba loca, nunca había visto a alguien causarse daño a propósito.
— ¡Estás loca, mujer!
Ella continúo clavando la espina en su dedo.
— No, no lo estoy.—Se detuvo a observar la sangre, como si fuese algo maravilloso—. A veces elegimos la espina que nos causa daño. Debemos aprender a disfrutar de ese dolor y también cuando terminarlo.
Quitó su dedo y me dedicó una sonrisa.
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Poemas al amanecer
PoetryAmanecer es esperanza, es volver a empezar, es darle paso a una nueva posibilidad de ver de forma distinta, que no sólo es un día más, si no uno nuevo. No les prometo que estos poemas estén cargados de ello, quiero intentar ser optimista, escribir d...