Estoy esperando afuera de la facultad, mas arreglada de lo que normalmente estaría.
Está bien miento, estoy muy arreglada.
Porque la normal yo. Estaría esperando en pijama, pero no puedo esperar en pijama a un chico súper lindo y que me hace sentir cosas que tenía años sin sentir. Estoy emocionada y nerviosa, además probablemente esto se considere una infidelidad a Sebastián porque no sé exactamente lo que estoy dispuesta a dejar que pase esta noche con Edmond. ¿Por qué pienso que van a pasar cosas? Bueno una mejor pregunta sería ¿Porque estoy dispuesta a que pasen?
- ¡Hoy te toca Val! – Alisson está en el marco de la puerta en pijama como vieja chismosa – No sabes la envidia que te tengo, tendrás sexo antes que yo en la universidad.
- ¡Shhh! – le tape la boca asegurándome de que no hubiera nadie en la sala – No tendré sexo con Edmond, solo hablaremos.
Ella me mordió.
- ¡Auch Alisson!
- Nadie nos escuchara boba todas están arriba a punto de dormir, porque ya mañana arrancamos la jornada universitaria completa. Ya la inducción paso.
- Se supone que eso tendría que estar haciendo yo.
Se cruzó de brazos con una sonrisa burlona en su rostro.
- Tú harás algo más interesante, vas a salir con un chico guapo en la noche con lencería de encaje roja – coloco una sonrisa como la del gato de Alicia en el país de las maravillas – Pero solo cuando queremos hablar nada mas, combinamos la ropa interior. Por supuesto.
Voltee los ojos
Muy sarcástica nos salió la pelirroja. Por eso me cae bien.
- ¡Me gusta la ropa interior de encaje! – me defendí – además que no vendré muy tarde, hoy tuve que conseguir un alma considerada que me pasara los apuntes de las clases que me perdí esta mañana. Además que no sé, si fue porque es primera vez que llegue tarde en mi vida pero sentí una vibra rara en clase, todo el mundo me miraba y susurraba. Pero imagine que era por mis fachas de prostituta universitaria o mi cara de amanecida.
Ella saco su teléfono y me lo mostro.
- No era ni por una u otra. Es por esto.
Era la página de las fraternidades. Salía una foto de Edmond y mía, saliendo en la mañana tomados de la mano de la fraternidad con el título de Nuevo romance de Edmond Bettencourt. Seguido de demás fotos subiéndonos al auto y yo luego bajando de él entrando a la facultad.
- ¿Cuándo publicaron esto? – no había revisado mi teléfono en todo el día porque estoy tratando de evitar a Sebastián, así que llame a mis padres hoy del teléfono de la fraternidad. Pero por instinto lo encendí sacándolo del bolso.
- En la mañana pero como te acabo de ver hace unos diez minutos y ya te estabas arreglando, no me había dado chance contarte. Además que preferí escuchar el nuevo chisme.
Hoy no vi a Alisson a la hora del almuerzo porque estaba muy ocupada tratado de anotar los apuntes de las clases que me perdí en un salón vacío.
- ¿Es decir que todos piensan que está naciendo un romance entre Edmond y yo? – asintió – ¡Por amor a dios nos conocimos hace dos días!
- Edmond Bettencourt no se ha dejado ver con una chica en ese plan desde que termino con Elle – encendí mi teléfono – muchas dicen que se han acostado con él o tenido algún rollo de una noche, pero ninguna pertenecía a ninguna fraternidad. Además que Edmond no afirma o niega ninguna de esas acusaciones, además nunca ha salido la misma chica a decir eso.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que temía ser
Roman pour Adolescents"La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz; las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes." No recuerdo en que libro había leído esa frase, pero es la mayor verdad contada en la historia. Ya no q...