Era viernes, y como muchos otros viernes, Jungwoo estaba ocupando lugar en el sofá de Sujin, jugando con Nix quien esperaba que tirase la pelota amarilla para buscarla.
──Voy a hacerte pagar la renta ──refunfuñó ella, mientras iba directo a la cocina por agua ──, pasas más aquí que en tu casa.
Se asustó al escuchar las rápidas pisadas de Nix acercarse, así que subió a la mesada para no molestar el camino del cachorro.
──Quiero tener el contenido más de cerca ──despejó su frente, cómo muchas veces hacía ──, me encantó la ropa que usabas, casi me haces sentir del todo hetero.
Sujin terminó de beber de su botella, respirando con rapidez por unos momentos. Jungwoo bajó su mirada de manera descarada a sus pechos, los cuales estaban asegurados con un sostén color azul eléctrico y sus piernas apenas tapadas con una minifalda que simulaba un traje de marinera.
──Si quieres ver, paga ──le tiró el rollo de papel de baño ──, atrevido.
Jungwoo le había convencido de grabar hoy el vídeo y publicarlo mañana, pero olvidó desconectar la TV y al prenderla pudo ver lo que grababa la cámara.
En fin, la razón de grabar previamente, era para tener el sábado libre. Tras discutir con el castaño, terminó aceptando su idea.
“Aprovecha y juega con él, no seas tonta...” lloriqueó Kim “Lo que daría yo por obtener una pizca de la atención disimulada que te brinda”.
Su vida se había vuelto algo bastante aburrida. Siempre se acostaba con Jungwoo o jugaba con aquellos bonitos regalos que le habían hecho diferentes páginas de sexshop. En algún punto “se cansaría de tener un pene de plástico y buscará otro” según palabras de Jungwoo, y tenía razón.
El momento llegó.
Se encargó de sacar a Nix un rato. Eso no le generaba problema alguno al perro, pues le encantaba jugar con las hojitas que a veces llegaban al patio.
──¿Última vez? ──preguntó Sujin mientras se acomodaba entre las piernas de Jungwoo, quien sonreía satisfecho con el comportamiento de su amiga ──. Por un tiempo.
──Última vez, pero vendrá una mejor.
Las manos de Sujin se dedicaron a bajar sus pantalones y dejar libre su miembro, más o menos erecto y listo para ser lamido por aquella lengua rosada.
Envolviendo la punta con ella y dando vueltas, sacó unos cuantos suspiros al chico. Jungwoo se contenía de tomar el cabello de Sujin y obligar a tomarlo todo pues ella sabía muy bien lo que hacía, aunque fuese una tortura los juegos previos.
Dejó caer su cabeza hacia atrás cuando la calidez de la boca de Sujin abrazó su pene, humedeciendolo y siendo succionado antes de comenzar un suave vaivén.
Las ventanas del hogar estaban abiertas y las cortinas no cubrían. La excitación, la emoción y la adrenalina que creaba esa situación, pensar que un vecino podía verlos..
──Oye… ──bufó cuando se alejó, listo para ver qué sucedía.
Pero Sujin había decidido pasar el duro miembro de su compañero por debajo de su sostén y siendo presionado por sus tetas, logrando que cerrara la boca una vez más.
Para Jungwoo no había cosa más linda en Sujin que sus pechos, siempre tibios y suaves, apretables y con aquellos botones tan sensibles.
Cómo si no fuese suficiente, solo sacó un poco su lengua, para que el glande pudiese tocar su humedad cada que bajaba y tocaba la base.
Jungwoo movió sus caderas, llegando a un punto dónde no soportaba mucho más tiempo, hasta que manchó de blanco sus pechos y cuello, llegando un poco hasta su barbilla.
Con su pulgar, limpió el rostro de Sujin, quien abrió sus labios para aceptar gustosa aquel salado semilíquido.
──Hm… ──sonrió satisfecho ──¿Por qué lo haces tan bien? Esa boca merece un puto premio.
Acomodó dentro de los pantalones el pene de Jungwoo y dejó una suave palmada.
──Voy a bañarme, prepara algo de café.
──¿Te acompaño?
Sujin empujó al chico y le ignoró hasta que llegó al baño, dónde aprovechó para sacar unas cuantas fotos más, con el semen aún presente en sus pechos, quitando con cuidado el sostén y permitiendo que el líquido se desplace un poco.
Sacó varias fotos, acomodando el teléfono en el lavamanos y posando delicadamente.
Enviaría estas adelantadas a las que debería mandar mañana y tendría el sábado libre para ir a la fiesta.
Se dió una rápida ducha, enjuagando en shampoo de coco y aplicando el acondicionador.
Sus piernas dolían, estuvo mucho tiempo de rodillas frente a la cámara, siendo penetrada a diferentes velocidades por aquel dildo pegado a la máquina, pero después de todo, disfrutó.
Llenando una esponja con algo de jabón líquido de rosas, limpió su cuerpo con cuidado y esmero, luego pasando por una loción que enjuagó pasados unos minutos. Su cabello estaba sujeto con un broche que siempre tenía allí y dejó que el agua ayudara con sus contracturas.
Ahora solo se pondría el pijama y pasaría el resto de la tarde en la cama viendo alguna serie o tal vez durmiendo hasta que Nix le pida salir a pasear un rato. Su cachorro era de lo más adorable y no podía negarse.
Jungwoo le encontró en la sala, cuando ya había finalizado con su ducha y solo caminaba con cuidado a su cuarto por ropa.
──¿Azúcar? ──consultó, refiriéndose al café que ya estaba acomodado en la mesa ──, ¿Edulcorante?
──Azúcar, cuatro por fa…
──¿¡Cuatro!? ──lo escuchó desde las escaleras ──Girl, that's too much sugar.
──Déjame.
──Te dejo.
Con una blusa de tirantes y un shorts negro, volvió a bajar, tomando asiento en uno de los bancos para comenzar con su merienda.
Jungwoo posó su mano sobre el muslo suave y apretujable de Sujin, amasando distraídamente a la vez que comía algunas galletas.
──¿Vamos a ir mañana? ──Kim preguntó en voz baja ──, digo, ya no tienes nada que hacer, podríamos ir.
Sujin pensó muchísimo, realmente lo pensó y luchó contra esas ganas de (alguna forma y otra) usar a Jaehyun para su propia satisfacción.
Le gustaba, le encantaba la idea de jugar un ratito con él. Jaehyun parecía el típico chico que parece rudo pero termina siendo un perro faldero cuando encuentra pareja y, según Jungwoo, es correcto.
──Vayamos juntos.
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