• Mi Secretaria || Pablizza •

CAPITULO IX

Antes de que lean os doy gracias por el apoyo que dan a mis historias, cada comentario, cada voto, cada vista, de verdad que me motiva muchísimo a seguir. Solo eso sigan leyendo... 💓

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MARIZZA

Pablo sabía como hacer que mi estado de animo cambiara en segundos, en un rato estaba enfurecida por su anuncio a mi padre de nuestro inexistente compromiso, al siguiente estaba confundida por su disculpa y confesión sobre su urgencia por convertirme en su esposa y por último ardiendo de pasión por su beso.

Cada vez se me hacía mas fácil el creer que el mundo se estaba acabando poco a poco, gracias a la persistencia, detalles, palabras y actos que Pablo tenía, decía y hacía los cuales estaban haciendo que mis barreras se destruyeran y estaba segura que no tardaría en aceptar lo que me proponía.

Aunque hasta el momento solo habíamos compartido un par de besos sabía que teníamos una química enorme, otros segundos mas y le habría arrancado la ropa y le habría hecho el amor en el baño de la casa de mis padres, gracias al cielo que nos habían interrumpido, una vez que recupere el aliento y la compostura salí del baño y cerré la puerta detrás de mi y me recargue en ella con una mano en mis labios y la otra en la puerta, en realidad cuando se escucharon los golpes en la puerta no sabía quién había sido la persona que nos interrumpió, mi mente estaba nublada por el deseo que Pablo había causado, es por eso que me sorprendió mucho encontrar a Lujan sentada en mi antigua cama con un brazo apoyado en el cama y el otro apoyado en su enorme estómago, solo le quedaban unas semanas para que mi nuevo sobrino naciera.

-Espero no haber interrumpido nada importante. -Fueron las primeras palabras que dijo Lujan cuando me vio.

-¿Qué? Oh... no, no interrumpiste nada. -Dije acercándome a ella con una enorme sonrisa en mis labios. -No sabes cuánto te he extrañado. -Me agache para darle un enorme abrazo.

-No te creo, si lo hubieras hecho habrías venido antes y no haber esperado a que Marcos te rogara para que vinieras a mi cumpleaños. -Nos separamos del abrazo y me sente a su lado.

-No digas eso, sabes que con mi trabajo no me da mucho tiempo para poder venir, además de que sabes que todo lo que ahorro es para ayudar a nuestros padres con el pago de la hipoteca, no para pagar aviones cada fin de semana para poder venir a casa.

-Sabes que no eres la única que esta apoyando a nuestros padres ¿Verdad? no solamente tu tienes la obligación de hacerlo, todos estamos poniendo nuestro granito de arena.

-Claro que es mi obligación el pagar la hipoteca, si no fuera por papá y mamá no hubieran tenido que hipotecar la granja.

-Eso no es cierto, nada de lo que ocurrió fue tu culpa... -No deje que terminara la frase, nada me haría dejar de pensar que fue culpa mía.

-¿Y como esta mi sobrino en sus últimos días en la barriga de su hermosa madre?-Pregunté para cambiar de tema apoyando mi mano en su abultado vientre.

-No, no cambies de tema.

-No quiero hablar de eso Luján, por favor no hoy, hoy vamos a festejar que mi hermana preferida es un año mas vieja. -Dije sonriendo y envolviendo uno de mis brazos por sus hombros.

-En primer lugar... soy la única hermana que tienes y en segundo solo soy cinco años mayor que tu así que no me vengas con lo de vieja porque con el embarazo mis hormonas estan muy locas y soy capaz de golpearte. -Respondió sonriendo. -Por cierto ¿Con quien te estabas besando en el baño?-Su pregunta me tomo por sorpresa.

-¿Como sabes que me estaba besando con alguien en el baño?

-¿Sabes cuantas veces me he visto en el espejo después de una sesión de besos con Marcos y he tenido los labios rojos e hinchados? Por dios si ya voy por mi segundo hijo.