PRINCESA HELADA

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La familia real ingreso al décimo círculo siendo recibidos por un infierno congelado. El cielo no era rojo, sino tinto, estaba lleno de pequeñas luces semejantes a estrellas, además de una enorme runa angelical que cubría el cielo en lugar de un pentagrama. Los enormes edificios de cristal y hielo hacían brillar el lugar. La nieve era tan fría que quemaba al igual que el propio fuego, no se veía ni una sola vegetación, toda planta, árbol o flor eran de cristales de hielo.

En el centro sobresalía un enorme palacio de cristal, el cual tenía grietas de algo dorado que Alastor supo reconocer de inmediato, pues el brillo que desprendía lo hacía muy obvio. Era un castillo construido con metal angelical, todo el sitio estaba cubierto de tecnología celestial. Tan etéreo paraje era casi cáncer para cualquier demonio que no estuviera preparado, el aura de todo el punto irradiaba pureza angelical.

Después de los exterminios anuales, las masacres daban lugar aún más que antes por parte de los demonios, puesto que una vez que los ángeles se retiraban, dejaban una energía desagradable que trataban de borrar con el hedor de la sangre. A pesar del ambiente tan sagrado, seguía habiendo ese tinte de oscuridad, casi como si fuera algo oscuro a pesar de ser santo.

—Todo este sitio se siente como el aura de mi padre —Dice Charlie en un susurro. Alastor está de acuerdo, se siente como estar frente de algo que fue tan sagrado que incluso ahora que es profano, no deja de brillar.

—No se separen, el castillo Aurumm está al frente, mi deber es solo llevarlos, más no cuidarlos, por ello, si algo les pasa, no será mi responsabilidad— Vaggie los guio hasta el palacio, aunque cada vez era más difícil ingresar, a medida que se acercaban a él, el frío era aún más feroz. Una vez dentro el frío desapareció, aunque Alastor se vio afectado, se mareó y casi cae al piso, la energía celestial era aún más fuerte, tan fuerte que era venenoso para él.

—Creo que fue irresponsable de su parte traer a un pecador común, aun sabiendo que se vería abrumado ante la energía del palacio — Dijo Vaggie mientras se acercaba a Alastor— A este paso morirá.

—Pero él está bien cerca de mí y de mi padre, ¿por qué le afectaría estar cerca de energía celestial?— Charlie se acerca mientras que Alastor siente muy pesado respirar, puede jurar que se siente como estar ahogado en agua bendita, la santidad está tan acumulada que no puede manejarla.

— No seas ilusa Charlie — dice Lilith—Alastor está bien cerca de nosotros porque somos seres profanos abandonados por dios, al igual que él, en cambio, el ser que gobierna este círculo es amado por dios, sigue siendo un ángel, una cosa es ser un ángel de luz que fue caído de gracia y otra cosa es ser un ángel creado para la oscuridad, ella no cayó de su gracia.

— Ella tiene razón — Una vez retumba esa voz, el malestar de Alastor disminuye, levanta la vista y ve a una vieja conocida, una entrometida.

— Princesa Perséfone, puedo ver que se encuentra bien, creí que su enfermedad ya habría acabado con usted— Dice Lucifer buscando molestarla, pero la dama solo mantiene su atención en el ciervo frente a ella. Charlie la analiza con atención, de una manera que no comprende, esta mujer era aterradoramente parecida a Alastor.

Cabello rosado, ojos brillantes y grandes, además de una belleza solo comparable con los ángeles, resulta una mujer muy llamativa

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Cabello rosado, ojos brillantes y grandes, además de una belleza solo comparable con los ángeles, resulta una mujer muy llamativa.

—Me presento ante su majestad Lucifer Morningstar, el monarca del infierno y luna del reino— La chica se inclinó ante Lucifer solo para mirar a la reina — Me presento ante su majestad Lilith Morningstar, reina del infierno y estrella del reino.— Después de reverenciar a la reina, miro a Charlie y al demonio radio.—Me presento ante sus altezas, las futuras luna y estrella del infierno, princesa Charlie y príncipe consorte Alastor Morningstar.— Ante ellos no se inclinó al poseer ambos el mismo rango. 

—Me presento ante su alteza Perséfone Axias, futura cristal del décimo círculo y archiduquesa celestial— dijo Charlie ante la presunta princesa, dicho apellido llamo la atención de Alastor, la dama de cabellos rosados se acercó y entrego un broche a Alastor.

—En lo que su cuerpo se adapta a la energía del palacio, úselo o de otro modo saldrá del décimo círculo con los pies por delante — Se inclinó ante él demostrando respeto y avanzo hacia Vaggie, la comandante se arrodilló ante Perséfone.

—A partir de aquí, yo los escoltaré, puedes retirarte —Vaggie asintió y se retiró después de realizar una breve reverencia ante los presentes.

—¿Su madre no vendrá a recibirnos?

—Tengo órdenes de llevarlos al salón principal, una vez allí, el rey lucifer tendrá una audiencia con la reina en la sala Nix— Empezaron a caminar por los pasillos, los cuales se mantenían en un perpetuo silencio solo roto por los pasos de la dama, la cual desde hace un buen rato, estaba bastante tensa.

—Perséfone, ¿dónde estás?—En ese momento, el mundo se detuvo para Alastor, pues una niña, la cual no había visto en décadas, apareció frente a él solo para recordarle su pecado más oscuro, su hermana Nifty, y no, no hablamos de su amiga que murió en los 50 a la cual llamo Nifty, pues le recordaba mucho a ella, sino a su hermana, su hermana menor.

—Creí haberte dicho que te quedaras en tu habitación, vuelve ahí ahora —Alastor la miro fijamente hasta que la niña lo vio, al momento de verse la niña no reacciono, ante la negativa de su sobrina, Nifty se retiró rápidamente no sin antes mirar a Charlie y a Alastor fijamente.

—¿Qué están esperando? Debemos resolver este asunto rápidamente, estoy harto de tanta santidad— Lucifer acelero el paso, mientras que Perséfone al darse cuenta de que estaba metiendo la pata también continua rápidamente.

Al llegar a la sala principal, Lucifer es llevado a la sala Nix, el resto se queda esperando en la sala, Perséfone se queda a acompañarlos tranquilamente. Al cabo de unos minutos, Charlie y la Axias junior se quedan platicando acerca del proyecto de Charlie, a pesar de que muchas veces Charlie explotaba de felicidad o de risa, la otra demostraba apenas un poco de emoción.

«Me recuerda a ella»

En ese momento, la puerta de la sala Nix se abre de golpe y aparece una mujer de cabellos plata increíblemente largos, ojos azules que se hacían rojos, piel blanca y cuerpo hermoso. Esta parecía completamente enojada hasta que su rostro se deformó en una mueca de algo que nadie supo traducir, parecía que la acababan de golpear, y todo eso solo cuando miro a Alastor.

—Oh, mil disculpas, sus altezas...no estaba enterada de vuestra presencia... Espero me disculpen por haber perdido la compostura por un momento.— Dijo mientras con una sonrisa tranquila se dirigía a los presentes, aunque algo en su mirada parecía arder al mirar a Alastor.

— Dijo mientras con una sonrisa tranquila se dirigía a los presentes, aunque algo en su mirada parecía arder al mirar a Alastor

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ODIO ARDIENTE, historia de un matrimonio [Alastor x tú] Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora