EL PLAN DIVINO

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T/N estaba dormitando en su asiento, estaba cansada por alguna razón, de hecho, sospecha que la causa de que se relaje tanto, es porque Alastor y Perséfone están cerca de ella, supone que, de otro modo, no habría podido ni relajarse teniendo al ángel caído junto a ella. En momentos abría los ojos para saber donde estaban, pero parecía que algo la jalaba nuevamente al reino de los sueños, era casi como si la obligaran a dormir.

—¿T/N estás bien?—Charlie se acercó a verla cuando noto el inusual cansancio de la mujer.

—Sí...—dijo, apenas prestando atención de lo que pasa a su alrededor, su cabeza le daba vueltas y ella solo quería dormir.

—¿Has comido algo recientemente?—T/N giro su cabeza a Charlie mientras sentía como le palpitaba la cabeza.

—Yo no necesito comer—Dijo T/N mirando al frente nuevamente, al verse en el espejo del retrovisor se dio cuenta de lo pálida y enfermiza que se veía, miro a Lucifer de reojo y se dio cuenta de que él estaba bien.

—Padre, tenemos que revisarla, no se ve bien—Charlie miro a Lucifer con súplica, este último miro los alrededores del camino en el que estaban y se dio cuenta de que estaban cerca del hogar de Bee-lzebub, entonces se desvió y se dirigió al hogar de la gobernante del Tercer círculo.

—Iremos a ver si Bee está en casa— Alastor recordó a la chica y rápidamente resoplo, definitivamente ella era un poco enfadosa, no la odia, pero que pueda sentir el estado de ánimo de otros lo pone nervioso, aún recuerda que ella le dijo que claramente él no estaba bien, pero que sobre todo, que él era un mentiroso.

Cuando llegaron, notaron que el habitual color dorado estaba opaco y apagado, las calles olían a putrefacción y estaba lleno de nieve y cenizas en partes iguales, sin contar la sangre que coloreaba todo a su alrededor. Al llegar a la mansión, todos bajaron del auto rápidamente, pero T/N al tratar de salir se estrelló contra el piso, su cuerpo estaba muy débil y por alguna razón ahora sentía ganas de llorar, se mordió la lengua y puso toda su fuerza de voluntad para ponerse en pie, Lucifer la vio expectante, claramente confundido de la condición de la mujer.

—Eres capaz de levantarte, ¿verdad?— ella escuchó su voz como algo lejano, empezaba a escuchar voces, se dio cuenta de que estaba cada vez más lejos de la realidad, era como caer en la inconsciencia. Antes de perder todo el sentido, vio como la puerta de la mansión se abría.

Cuando abrió los ojos de nuevo, sintió un dejavu, pues de nuevo...

Estaba en el jardín del Edén.

—Bienvenida de nuevo, Pandora—Miguel me mira fijamente mientras yo permanezco acostada en las hierbas.

—¿Tú me hiciste dormir?—Él se sentó en el pasto a mi lado, asintiendo, entonces él me hizo dormir.

—Necesitaba hablar contigo en privado, pero se que no te habrías quedado dormida por voluntad propia, tuve que inducirte el sueño para que vinieras, de ese modo Lucifer no sospecharía—Él me miro seriamente, suspire, se bien que las cosas deben ser de este modo, pero... Sigo sin decidir donde deja a Alastor esta situación.

—¿Conoces la situación?—Él vuelve a asentir—¿Todo va de acuerdo al plan?

—Se que es difícil, pero es necesario que lo hagas así.

—¿Por qué?

—Porque de ese modo, Samael no sospechara nada.

—Ya sospecha, siempre ha sospechado de mí.

—A sus ojos solo eres una víctima más, él no sabe que la traidora eres tú.

—Él no es tan idiota, él, al igual que yo, está esperando a que yo haga el primer movimiento en falso, estoy segura de que él sabe que yo soy la que desactivo la barrera.

ODIO ARDIENTE, historia de un matrimonio [Alastor x tú] Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora