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Mes 9: Parte I

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Mes 9: Parte I

La fiesta estaba un su mayor auge ¿Y cómo no? Eran las 3 de la mañana y los chicos se habían reunido para lo que sería una velada simple entre amigos, cómo cuándo eran adolescentes. ¿Qué sucedió después? Nada, HeeSeung metió la pata e invitó varías personas; quiénes por su parte, invitaron a varías personas más.

Jake y SuNoo llevaban a penas 3 meses de casados y recién habían regresado de su luna de miel; aquello parecía un noviazgo en plena vivencia. Esa noche ambos se encontraban en las escaleras de la casa de los padres de HeeSeung, allí, entrelazados de manos y susurrandose al oído, desplegaban su amor. Para ellos la fiesta no existía a pesar de que estaban un poco pasados de copa, no, la fiesta no existía porque en su mundo solo eran ellos dos. Quién los viese, diría que esa fiesta era solo de adolescentes o en su favor, una fraternidad.

Por otra parte, y muy cerca de ellos, un rizado totalmente borracho, bailaba al compás de una canción que lo llenaba de una enigmatica congoja; Somebody Else The 1975. La musica estallaba en sus oídos y la rubia manoseaba su cuerpo, deleitándose con las sensaciones más vulgares. Y si, puede que su cuerpo se encontrase siendo invadido por una rubia, sin embargo, sus orbes verdes fueron atrapadas por una pareja en su pequeño nido de amor y lo que ardió en su sangre no fue placer por la excitación de ser tocado ¡Por su puesto que no! Se trataba de algo más sombrío, oscuro. Algo que en definitiva no intentaría descifrar.

En un instante, dos orbes de colores brillantes se conectaron. El dueño de las azules besaba al amor de su vida cuando sintió una mirada pesada sobre ellos, abrió lo ojos en medio del beso y lo vio, vio al dueño de las esmeraldas observarlo con algo más que recelo. Entre ellos existía un cementerio de palabras dónde descansaba en paz una que, si no hubiera muerto, hubiese cambiado muchas cosa. Los sentimientos corrosivos que no se apagaban, sin importar el tiempo que pasase, los quemaban justo cómo en ese momento.

SuNoo detuvo el beso y abrazó con fuerza a su esposo, después, le susurró que iría al baño, tenía que lavarse la cara un poco y si pudiese... El alma. Jake le respondió que iría por unas bebidas al bar improvisado que había en el patio, otro beso antes de que cada quién iniciara su camino.

SuNoo subió las escaleras, conocía aquella casa cómo la palma de su mano por lo que no se complicó encontrar en baño. Entró y no esperó para abrir la regadera del lavamanos; lavó un poco su cara para despertar, pero el problema no era ese, el ya estaba despierto. Se miró al espejo, lucía sobrio y en buen estado, entonces ¿Por qué se sentía mareado? ¿Por qué sentía... Rabia? Era una sensación horrible, que no debería estar incrustada en su pecho. En eso, la puerta se abrió para revelar una mata de rizos, que claramente, lucía hasta los cojones de ve a saber los cielos que diablos se metió. SuNoo dio un paso atrás asustado, observando la mata de largos rizos despeinados que, también lo miraba de la forma más burlona posible. Dio un paso al baño y cerró la puerta tras si duramente.

el precio del placer ♯݊ˢᵘⁿᵍˢᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora