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No era su momento, ni su día, ni su vida

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No era su momento, ni su día, ni su vida. Las piernas le temblaban y su voz se trancó, sus ojos se volvieron borrosos y el espíritu se le desplomó.
No era la manera en la que imaginó que sería su reencuentro con Jake, no quería que fuera tan abrupto, sin siquiera tener chance a idear una mentira piadosa que lo salve del precipicio. Sin tiempo a nada.

En los ojos oscuros navegaba una profunda pena, rabia, amor, toda una amalgama de sentimientos encontrados. SungHoon por su parte observó a la pareja mirarse el uno al otro, el silencio incómodo en la habitación era asfixiante, sin embargo, la mirada de advertencia de la pálida rubia le dijo que no se atreviera a abrir su bocota.

—SuNoo... ¿Qué haces aquí? —Jake fue el primero en romper el hielo, dando un paso hacia delante.

Era la primera vez en la vida que SuNoo se sentía tan pequeño delante de su esposo. No pudo detener las lágrimas, no pudo evitar sentir la ansiedad carcomiéndole las entrañas.

—SuNoo, una de las mucamas envió este té para la zorra de Park y ... ¡Santamadredecristo! —JungWon se quedó perplejo. Había entrado bruscamente a la habitación y sólo segundos después se dio cuenta de la presencia de Jake allí y a su mejor amigo a punto de desmayarse.

—JungWon—Nombró—Debí imaginarlo. SuNoo nunca habría podido hacer algo así solo.

JungWon dejó la taza de té sobre una pequeña mesa decorativa en la habitación. Encaró de mala gana a Jake.

SuNoo estaba en shock. Era un mar de lagrimas.

—¿Hacer qué ? Exactamente— Enfrentó.

La mirada dolida y molesta de Jake cayó sobre el rizado de pie a un lado de la cama.

—Tu eres el peor. ¿Sabes por qué no te parto la cara ahora mismo? —Miró a SuNoo— Porque no creo que SuNoo valga tanto la pena. No después de esto.

Salió de la habitación hecho una ventila de rabia y dolor, era obvio lo que la mente de Jake había calculado e imaginado al encontrar a su esposo después de tantos meses, y precisamente en la casa de SungHoon.

A SuNoo se le estaba partiendo el corazón gracias a las palabras dichas por Jake antes de marcharse. Helena y SungHoon se miraron mutuamente, con eso la chica le dijo que debía hacer lo correcto.

SungHoon salió detrás de Jake, sinceramente ya estaba harto de tanta mierda y su cabeza era un lío; tenía demasiados problemas y una promesa que cumplir. Le dijo a SuNoo saldría de su vida y su matrimonio, así sería, pero debía empezar por cortar aquella mierda de raíz.

Bajó las escaleras encontrando a su hermana en la sala de estar con un libro entre sus manos. Uno de los hobbies favoritos de la rubia era leer, en casa de sus padres solía tener una biblioteca solo para ella. El rizado le preguntó por Jake, ella le dijo que lo vio salir al patio hacía tan solos unos segundos.

el precio del placer ♯݊ˢᵘⁿᵍˢᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora