♯📌┇⤷ Siempre eres un soñador y mas cuando la persona se convierte en tu sueño. Dónde Rodrigo es el soñador y Abril es su sueño hecho una realidad... Paralela.
❝Flaca, me sigues mirando así y me veré obligado
obligado a quedarme contigo tod...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
narrador !
La tarde ajetreada abrazaba por los hombros a Rodrigo logrando que su estrés enmendara cada parte de su cuerpo. El sol se estaba ocultando y aún habían personas que pasaban de un lado a otro las aceras, haciendo que la ansiedad creciera un poco mas.
Divisó un pequeño parque desolado y alejado de la acera donde se encontraba y sin dudarlo se puso en camino hacia allá. Había un pequeño lagos que estaba adornados con hojas que caían de los mismos arboles y algunos patos y azulejos por toda la orilla.
Era una imagen tierna.
Toda su vida se cuestionaba porque tenía que aumentar su estrés, frustración e impotencia cuando veía a las personas tan desesperadas por cumplir sus acciones. Siempre tuvo un dilema que era disfrutar la vida mientras viviera, algo que eventualmente no lo estaba tomando enserio.
Miró el cielo, el cual se estaba tornado con tonos anaranjados, su color favorito. Se relajó mientras veía lentamente y tranquilamente como el sol se estaba desapareciendo antes sus ojos.
Justo al frente de él, paso una chica algo baja, castaña y con ojos de gato la cual portaba un crop top blanco corto, acompañado de una campera sin mangas que daba ese estilo tan facha con unos pantalones marrones bota ancha y unos botines negros.
Estaba tan al pendiente de una carpeta que estaba enredada entre sus brazos, tan concentrada que no notó la presencia del ojiverde que se encontraba sentado en la banca de aquel parque.
Una de sus hojas salió volando a los pies del chico y al él tomarla y subir su mirada se encontró con los ojos marrones de la chica, tenia una cara de preocupación.
─ Supongo que esto te pertenece, no? ─ preguntó con obviedad y ella asintió.
─ Sisisi ─ se apresuró a responder y él le tendió el pequeño papel con delicadeza.
Ella lo tomó y le regaló una pequeña sonrisa.
─ Gracias ojitos lindos. ─ agradeció sonriendo.
La misma tomó su postura recta seguida del castaño, ojeando por última vez al ojos verdes para ponerse en marchar y dejarlo ahí.
Su corazón lo sentía latir a mil por hora por los nervios que lo ocasionó su pequeña cercanía con la castaña. Sintió como su sangre corría hacia sus mejillas sonrojándose aún pensando en su sonrisa y en esos ojos algo rasgados y de un color marrón cremoso.
Los nervios no cesaban a pesar de la ausencia, su estómago estaba totalmente revueltos sintiendo revolotear aquellas famosas mariposas, aquella sonrisa inconsciente salió de sus labios agrandándose mas.
Ni él mismo entendía porque con una sonrisa brillante lo enamoró. Solo entendía lo bien que se sentía con tan solo mirarla y analizarlas.
Llamó su total atención con tan solo pasarle por en frente como en las películas, pero sentía un calor inundar su pecho haciéndolo sentir seguro.
La noche había caído al final, el castaño se puso en pie a su departamento pensando aún en esa chica misteriosa que lo hico sentir bien con una mirada alimentando un poco su ilusión. Pero pensando que no se la cruzaría mas.
─ A pesar de que no sé si te volveré a ver, eres hermosa, no tengo ninguna duda. ─ se dijo a si mismo caminando por las calles oscuras.
Las noches eran frías en la ciudad al solo el sol oponerse el viento azotaba las ventanas con frío, mientras el castaño cerraba los ojos dejándose llevar por él. Él disfrutaba tanto la noche y mas su caminar, era paz pura.
Siguió su camino sin dejar de pensar en su sonrisa brillosa, no podía su memoria borrar aquel suceso tan inesperado pero que aliviaría su corazón.
