El precio de un favor de Koko

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Yeah, se supone que esto estaría para el cumpleaños de Koko... Y ahora ya es casi el mío

También se supone que esto era muy diferente, pero, quedo algo bastante diferente al final haha. Por cierto, gracias por leer y votar!


Ambientado en Bonten
Advertencias: mal lenguaje, mención de armas, es Bonten






Era un día normal para Hajime Kokonoi siendo el tesorero de la mayor organización criminal en Japón, lo que no solo implicaba llevar las cuentas de la organización, si no que de paso, tocaba un par de temas "legales", papelería y mil cosas más que le hacían trabajar horas sin descansar.

Conforme las horas pasaban vio como los números empezaban a bailar frente a sus ojos mientras intentaba leer los diferentes contratos que tenían con diversas empresas, un mechón de cabello resbaló y cayó sobre sus ojos, obstruyendo su vista.

Cansado Koko dejó los papeles en su escritorio y acomodo su cabello en su lugar de nuevo, decidiendo que seguir trabajando en su estado ya no sería productivo se levantó y fue a la cocina del edificio, en donde el café nunca hacía falta pensando que con suerte encontraría a Sanzu para poder pedirle algo que le ayudará a renovar su stock de medicamentos para mantenerse despierto más tiempo, cosa que le convenía a todos y siendo el leal siervo que era, Sanzu lo haría.

Maldiciendo su suerte al no encontrar al loco ejecutivo comenzó a preparar su taza de café, sin querer reconocer la suerte de que los Haitani estuvieran cerca para mantener todo tipo de licores y poder permitirse un café irlandés, dios sabía que esos dos no necesitaban escuchar nada más que hiciera crecer sus ya inmensos egos.

Con apenas un poco más de energía tras una taza de café en su sistema y la segunda en camino logró escuchar un gran estruendo de puertas abriéndose sin cuidado, seguido de las voces de los (mayormente) dueños de Roppongi, quienes parecían querer destrozar todo el lugar en su prisa por escapar de algo. Koko analizando la situación y al no escuchar más sonidos alarmantes vio la hora con calma mezclada con desprecio, era demasiado temprano en la mañana para tener semejante escándalo cerca de su (muy) desvelado trasero.

Pocos segundos después de sus quejas al aire Ran pasó a su lado en un descuido y se subió a la barra, seguido de cerca de su hermano, quien subió a la silla más cercana respirando ruidosamente. Por su salud mental Koko decidió ignorarlos, bebiendo un sorbo de su adorado café.

- ¡¡Hajime!!! Es una alegría verte- exclamó el mayor de los Haitani después de recuperarse un poco

- Haitani Ran, me gustaría decir lo mismo pero tengo más de 36 horas despierto y Sanzu no está por ningún lugar cercano- murmuró un irritado peliblanco, bajando su bebida a un lugar seguro, por si a su agradable compañía le apetecía continuar su carrera

- Que mala suerte tienes- empezó a responder Rindou cuando la puerta abierta llamó su atención y solo alcanzó a soltar un grito aterrado mientras la señalaba.-¡Creó que esa cosa nos siguió!

-Es muy temprano para que estén hasta arriba de cócteles, incluso para nuestros estándares - murmuró quejumbroso el de cabello blanco, juzgado sin pena la cordura de los hermanos

-Lo dice quién pasó despierto el suficiente tiempo para alucinar- refutó Ran con ligera diversión oculta antes de dirigirse a su hermano -Rin Rin, las puertas se cerraron tras nosotros;¿Recuerdas?

- Culpable, pero aprendí y ahora procuro detenerme unas horas antes de que mi trabajo se vea afectado - contradijo Koko sin querer recordar el vergonzoso momento en que confundió a Rindou con Inupi gracias a su mala vista, poco sueño y confundir café real con licor de café

No era el planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora