La hija de un mafioso, es secuestrada por una deuda de su padre a los narcotraficantes.
Un ex soldado es contratado para rescatarla y ser enviada de nuevo a su padre.
¿Podrán dejarse ir, sin enamorarse ambos?
📍05 de Abril de 2023.
Narra Chris: Ya había pasado una semana. Me acababa de levantar. Había dormido sólo ya que Olivia no quiso dormir conmigo por miedo a mi herida. Luego de ir al baño, me dirigí a la cocina. Estaba solo en pantalón ya que ni camisa utilicé para dormir. Cuándo terminé de hacer el café, sentí un abrazo pequeño en mi pierna. Sonreí por ello.
Chris: cariño, pensé que aun dormías - corrí una silla y dejé que se sentara en ella- ¿Qué desayunas? -tenía que pasar más tiempo con ella para poder conocerla.
Nina: mamá me suele hacer leche con aquellas galletas -dijo señalando el frasco que contenía mis galletas favoritas. Volví a sonreír.
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Chris: también es mi desayuno favorito -sonreímos.
Nina: desayunamos lo mismo papá -propuso ella y asentí.
Empecé a preparar el desayuno para los dos. Aun Olivia dormía. Estaba cansada seguramente y tenía que descansar bien, más luego hablaría con ella para tratar de reparar nuestra relación. A hora tenemos una hija en común y me gustaría que estemos bien. A los minutos entre risas con mi hija terminamos de desayunar y ella propuso de que le lleváramos el desayuno a la cama a su madre. Eso fue lo que hicimos. Empecé a buscar cosas para hacerle un lindo desayuno con la ayuda de Nina, ella le hizo unas notitas con dibujitos y yo le hice el resto. Ambos caminamos hacia la habitación y Nina saltó sobre ella despertándola. Me miró y me sentí un niño con la bandeja de desayuno tratando de convencer a su madre por alguna travesura que ha hecho. Al mirarme me sonrió, eso me dió mil años de vida más. Me encantaba así despeinada como estaba y hasta cuando se arreglaba. Se me vinieron a la mente todos aquellos recuerdos cuando la conocí y cuando la hice mía por primera vez. Me acerqué lentamente y se acomodó bien en la cama. Puse la bandeja en sus piernas y volvió a sonreír pero esta vez miró a su hija.
Oli: gracias -nos miró sonriendo- pero me pregunto que habrán hecho ambos para que me traigan este desayuno tan amplio -entrecerró sus ojos y Nina rió. Me dí cuenta de que son las dos mujeres que mas amo en mi vida.
Nina: no hicimos nada mamá, fue toda la idea de papá -abrí mis ojos- y bueno una parte de mi -reímos.
Oli: bueno le creeré -sonrió y tomó su café.
Le dió unos sorbos a la caza de café y luego de que terminara, fuimos a la cocina. Le ayudé a lavar todo lo que habíamos ensuciado y luego nos fuimos a sentar al pequeño jardín del edificio mientras Nina jugaba cerca de nosotros con sus peluches.
Oli: ¿será este un buen momento para hablar de nosotros? -la miré por unos segundos y asentí- bien ¿Quién empieza?
Chris: yo...-hice una pausa- al menos tengo mucho más que contarte supongo -ella asintió- la verdad nose por donde empezar...
Oli: por el principio Christopher -me miró seria, sin alguna expresión en su rostro.
Chris: esta bien -hice nuevamente una pausa- cuando te fuiste, tu padre mandó a sus hombres a llevarme a una clase de prisión en Georgia -me prestaba atención y yo miraba a Nina- ahí estuve casi dos años...gracias a Nick estoy aquí contigo -hizo una mueca.
