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Narra Olivia:
Recién acababa de abrir mis ojos. Me encontraba en el hospital. Observé toda la habitación, estaba un poco oscura, en una esquina había un mueble con un florero el cual le faltaban sus flores. Estaba entretenida en las sobras que reflejaban en la ventana cuando sentí la puerta abrirse. Me quedé esperando mirando en dirección de la puerta. A los segundos un doctor se hizo presente. Relajé mi mirada. Estaba aun un poco dolorida. Cuando se me acercó me puso algo en el suero y se retiró un poco.

Doc: con esto, estarás mucho mejor -logré escuchar antes de que me descompusiera un poco. Yo negaba de a poco mientras sentía que se me paralizaban las manos y piernas- no te preocupes iremos a casa -no podía distinguir su voz ya que estaba como drogada.

Salió un momento de la habitación y al regresar con el mismo traía una silla de ruedas. Me desconectó todos los aparatos excepto el suero y me cargó hasta la silla. Luego de eso salimos pero antes pude divisar bien su vestimenta debajo de su ambo de doctor que no era común a los demás, éste traía puesto ropa oscura debajo y botas de campo. Me pareció raro. Mi cabeza estaba empezando a doler y mi vista se nublaba, pero no quería dormirme.
A lo que pude ver habíamos llegado a una camioneta negra en la cual me subieron otros tipos más y me acostaron en una camilla; dónde ya no aguanté más y me dormí.
Me desperté en una habitación muy decorada. Al menos era de mi gusto. Intenté levantarme pero a mis piernas no las podía mover. Me asusté mucho que mis ojos se cristalizaron y empecé a gritar.

Oli: ¡AYUDA! ¡ALGUIEN ESTA MALDITA CASA QUE ME SAQUE DE AQUÍ! -gritaba con todas mis fuerzas pero era en vano nadie venía- ¡ALGUIEN CARAJO! ¡MIS PIERNAS NO SE MUEVEN MIERDA! -dije entre llantos

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Oli: ¡AYUDA! ¡ALGUIEN ESTA MALDITA CASA QUE ME SAQUE DE AQUÍ! -gritaba con todas mis fuerzas pero era en vano nadie venía- ¡ALGUIEN CARAJO! ¡MIS PIERNAS NO SE MUEVEN MIERDA! -dije entre llantos. Hasta que de pronto tres personas se hicieron presentes en la habitación. La primera de ellas era mi padre; la segunda, una chica que seguramente trabajaba aquí y la tercera un tipo que se me hacía familiar pero su imagen no llegaba a mi memoria- papá ayúdame por favor, no siento mis piernas...-largué otra ves el llanto.

Papá: tranquila hija, debe de ser lo mismo del accidente hija -dijo tomándome de la mano.

Oli: papá tienes que hacer algo por favor -supliqué. Esto me desesperaba. Temía a que nunca pudiera volver a caminar.

Papá: mira sólo tomate esto ¿si? -asentí. Me tomé una píldora- eso es, ahora estarás bien mi pequeña -me dió un beso en la frente y se dirigió a la puerta- puedes deshacerte de él ahora -indicó al teléfono antes de dormirme.

(.....)

MISION DE RESCATE (Chris Hemsworth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora