Una mujer huía a la velocidad de un rayo, tenia una agilidad única y apenas visible. A su alrededor casi todo se destruia y se derrumba, el único objetivo de ella era mantener a salvo a dos gemelas de corta edad que carga y protege en sus brazos. Protegerlas de un peligro que desconocen.
>>Tendré que hacer lo que menos quería<<
La mujer sin parar de correr tomó impulso y de una patada partió a la mitad un meteoro que emana un elemento rosado.
Para salir del peligro, por fin la mujer de cabellera larga llegó al árbol Irminsul, en el cual existen miles de universos. Ella contemplo por unos momentos la belleza del árbol y sus ojos reflejaron tristeza porque tomaría una decisión difícil.
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Las gemelas seguían abrazando a su protectora, ambas sentían miedo, desconocían todo lo que estaba ocurriendo y de quien estaban huyendo.
-Mamá ¿Que esta pasando?- preguntó Makoto, una de las jóvenes gemelas electro.
Ei, la segunda gemela, miró el árbol por primera vez y sintió un presentimiento de angustia por el largo silencio de su madre.
La mujer sonríe levemente y se agacha a la estatura de sus únicas hijas, a las dos las toma de una mano para transmitirles tranquilidad y el cariño inmenso que sentía por ellas.
-Makoto, Ei...Tienen que ser muy fuertes. Yo sé que lo son, porque son mis hijas -suspira con pesar- Las amo mucho, por favor nunca lo olviden, hago esto para protegerlas- dijo Raiden Mei
Makoto acaricio la mejilla de su madre y esta sonrió con dulzura, ella entedio mas de lo que se esperaba. Ei se mostraba más afligida, ella era más apegada a su madre y sentía el momento cómo una despedida a lo cual ella no aceptó.
-No...-murmuro entre lágrimas
Raiden Mei se incorpora mejor y las abrazo a las dos dejando notar que ella era la que menos quería hacer esto.
-A mi señal, se tomarán de las manos y ustedes dos juntas entraran al arbol Irminsul. Un nuevo universo será el hogar de las dos- dijo Raiden Mei decidida en salvar a sus hijas
Makoto lloraba en silencio y Ei negaba todo con su cabeza, el shock era fuerte para ella.
Raiden Mei las soltó del abrazo y se sintió mal de verlas en tal estado emocional por su separación.
-Quédense tranquilas, yo regresaré a ustedes. Por muy lejos que se sientan de mi, no están solas- dijo Raiden Mei
Las gemelas fueron a abrazar nuevamente a su madre mientras la destrucción del lugar ya se veía cerca de ellas. Mei levantó la mirada al ver esa escena, su hogar estaba quedando en la historia. Pero luego regreso la vista a sus hijas y las acariciaba mientras ellas lloraban por la despedida.
-No puedo dejarlas ir -menciona con tristeza- Ustedes son todo para mí. Esta separación es solo un sueño... Ustedes nunca estaran solas, se tienen una a la otra, y yo siempre las tendré a ustedes en mi mente y corazón- dijo Mei, peleo contra sus emociones para no quebrarse frente a sus hijas.
