Nahida seguía durmiendo con Ei, por lo grande de la cama ambas tenían cierta comodidad para haber amanecido cómo si fueran estrellas de mar y en diagonal, a pesar de que habían dormido abrazadas la noche anterior cómo madre e hija.
Sara había entrado cómo de costumbre por las mañanas para abrir las cortinas y encontrar esa tierna escena de ambas arcontes.
Luego se percato de la foto de Yae cerca de la mano de Ei. La mujer Tengu sonríe levemente y se retira de la habitación sin despertarlas. Fue en busca de Yae para que lo hiciera ella.
La pelirrosa estaba en la cocina hechandose aire con un abanico de papel, sentía que no era suficiente y al ver que no había nadie cerca agarro unos cubitos de hielo de su bebida y los hecho en sus pechos, la satisfacción fue notoria en su rostro.
-Cuanto calor hace hoy -dijo Yae experimentandolo por primera vez
"Me siento así desde ayer, cuando tuve encima de mi el cuerpo de Ei para..."
Pensaba Yae, pero entre más lo hacía, su cuerpo se sentía más raro y caliente. Pero no por fiebre.
-Esa mujer...-se recarga sentada en la silla, no aguantaba sentirse así- Sin querer dio inicio a mi celo- las mejillas de Yae estaban rosas y se veía muy acalorada- Tendré que calmarme yo misma- dijo Yae avergonzada y llevando su mano derecha cerca de su entrepierna
Sara entro a la cocina de sorpresa y Yae por impresión cayó de la silla cubriéndose con la mesa, pero en menos de 3 segundos se puso de pie y actuó cómo si nada. Sara quedó con una gotita bajando por su cabeza al estilo anime y fingió no haber visto eso.
-¿Si?- habló primero Yae
-Sé que es mucho pedir, o quizá no, pero ¿Podría despertar a la Shogun Raiden y a la pequeña Nahida para desayunar? Acabo de recordar que tengo algo importante que hacer esta mañana y no tengo mucho tiempo- dijo Sara
-Eh...
-Muchas gracias, sabía que podía contar con usted querida kitsune, hasta pronto- se despidió Sara
Mientras...
Nahida estaba en un sueño profundo, al moverse un poco Ei logró abrazarla cómo peluche, la arconte electro también seguía durmiendo.
Dentro del sueño ...
Nahida soñó una vida alterna que pudo haber tenido, su creadora/mamá la cargaba en brazos y junto a su segunda protectora y madre Ei se encontraban muy feliz por su llegada al mundo.
-Nuestra pequeña Nahida por fin esta con nosotras- dijo Rukkhadevata sonriendo
-Gracias por haberla creado, la cuidaremos y amaremos mucho- dijo Ei feliz al tener por fin su propia familia.
Nahida bebé mostró una tierna expresión antes de cerrar sus ojitos para una siesta.
-Ella sabe que así será. Ahora que ya me retire cómo arconte podré dedicarme a ti y a Nahida por completo- dijo Rukkhadevata
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