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⋆⠪⍣ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 27 ⍣⠕⋆


Habían cientos de personas a mi alrededor, pero al estar frente a Nyx, parecía que todo el mundo había desaparecido. Todo se había puesto en pausa. Las voces se escuchaban como ecos, las personas caminaban en cámara lenta. Y mi corazón latía con fuerza.

Podía escucharlo bombear contra mis oídos y me estaba empezando a sentir aturdida. Pero por un momento, al ver los ojos de Nyx, sentí paz. Después de casi cinco años volví a descubrir la paz que ella provocaba en mí. Y quise llorar.

Di un paso tras otro hasta que estuve a pocos centímetros de ella. Estaba ahí, conmigo, frente a frente. Seguía oliendo a jazmín. Pero había algo diferente. Su cabello estaba corto.Sus ojos estaban húmedos y seguía mirándome con sorpresa.

—Hola —fue todo lo que pude decir. La vi parpadear. Varias veces. Supuse que tratando de asimilar la situación.

—Hola —respondió después de un momento. Y las comisuras de sus labios se curvaron con timidez. Quería verla sonreír ampliamente, pero imaginaba que la impresión y los nervios se lo impedían.

—¿Cómo estás?

—Bien... —se giró a Aren y la analizó un momento también. Ella se acercó y le dio un abrazo. Nyx correspondió en seguida y yo sentí que mi pecho se oprimió. Quería abrazarla también. Quería sentir su piel. Quería besarla.

—No lo puedo creer. Nyx —dijo Aren, tomando sus manos y observándola a detalle.

—Estoy un poco confundida —expresó la chica, Lena, con una sonrisa nerviosa.

Volví a reparar en el abrigo. Era el abrigo de Nyx. Por eso se me hizo familiar. Y un nudo se me formó en el estómago. Me preguntaba qué tipo de relación tenía ella con Nyx. Porque antes era yo quien le cargaba el abrigo.

—Estudié con ellas —explicó Nyx. Yo desvié la mirada. Me dolía saber que ahora todo lo que habíamos vivido se resumía en eso—. Ella es Aren —mencionó señalándola. Aren sonrió y Lena también lo hizo—. Y Larissa.

—¿Larissa? —cuestionó Lena con sorpresa. Noté cómo Nyx le daba un codazo muy suave y una mirada que me resultó muy curiosa, así que las observé con un poco más de intensidad, ladeando la cabeza—. Mucho gusto, Larissa.

Me tendió la mano. Yo la miré con desconfianza y tardé un momento para estrecharla, pero lo hice. Y el inicio del eclipse fue anunciado en ese momento. Entonces Nyx y yo nos miramos fijamente. Podía deducir lo que ella estaba pensando porque yo también pensaba en eso. Estábamos recordando nuestro primer beso.

Sus ojos se humedecieron otra vez. Los míos también. Y de un momento a otro, su mirada viajó a otro sitio. A atrás de mí. Sentí que alguien me tocaba la espalda y mi corazón latió con fuerza al ver a Chloe a mi lado. Ella miraba a Nyx. Sentí que su mano ejercía más presión contra mí y tuve que alejarme un poco. El ambiente se sentía muy tenso. Quería salir corriendo.

—Pero... ¿qué haces aquí, Nyx? —preguntó Aren, desviando su atención.

Enrolló el brazo en el suyo y empezó a caminar con ella. Me miró antes de dar la vuelta. Pero no era una mirada muy agradable. Lena fue tras ellas. Y suspiré con alivia por un segundo, hasta que escuché la voz de Chloe. Cerré los ojos con fuerza, como si eso me iba a hacer desaparecer.

—Larissa —dijo. Tenía la frente arrugada. No era necesario ser psíquica para adivinar que ahora todo entre nosotras se complicaba un poco más. Si es que acaso eso era posible—. ¿Qué hace ella aquí? ¿Sabías que iba a venir? ¿Por eso querías venir?

𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 / 𝑳𝒂𝒓𝒊𝒔𝒔𝒂 𝑾𝒆𝒆𝒎𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora