Say You Hate Me || Hyunin ||

|| CAPÍTULO 25 ||

A la mañana siguiente, Jeongin se levantó temprano, dispuesto a darse una ducha. La noche anterior había llegado tan agotado mentalmente, que apenas tocó el colchón de su cama, cayó rendido, sin siquiera percatarse, que su amigo de cabello ahora castaño claro, se encontraba ausente en el lugar, logrando notarlo hasta que escuchó la puerta abrirse dejando ver a un Jisung que había fallado en su intento de no ser descubierto.

-¡Hey!- Saludó, notablemente nervioso.- ¿Cómo estás, Innie? ¿Qué tal te fue en tu cita anoche?- Preguntó, en un pobre intento de que el mayor no se centra en él.

-Hola, Hannie… Eso me gustaría preguntarte a ti.- Desvió el tema.- ¿Por qué no llegaste a dormir?- Cuestionó, mirándole sospechoso.

-Yo… Eh…- Balbuceó, buscando una excusa, antes de soltar un suspiro.- Bien, sabes que a ti no te puedo mentir.- Dijo rendido.- Ayer me encontré con Minho.- Confesó, jugueteando con sus manos, centrando su mirada en las mismas.

-¿Qué? ¿Con Minho? ¿Te quedaste con él? ¿Te hizo algo?- Atacó con preguntas.

-No, no.- Apresuró a tranquilizarlo.- Es decir, sí, me quedé con él, pero no me hizo nada, al contrario, él me ayudó.- Dijo con una leve sonrisa.

Y mientras Jeongin le miraba con el ceño fruncido y con una mirada llena de confusión, Jisung comenzó a contarle lo que había sucedido la noche anterior.

Luego de haber ido a comer con Daehyon, ambos chicos habían decidido que aún era muy temprano para volver a casa, por lo que decidieron ir a un bar famoso que se encontraba cerca de donde estaban.

Jisung no conocía muy bien el lugar, pero su cita le había dicho que se trataba de un bar exclusivo en dónde sólo ciertas personas podían ingresar. Aquello llamó su atención, más no le tomó mayor importancia. 

Antes de llegar al lugar, intentó llamar a Jeongin a su celular, para su sorpresa, el menor no le contestó ninguna de sus llamadas. Pensó que quizás se había quedado sin batería, por lo que intentó llamar al departamento, tal vez ya había vuelto. 

Vaya sorpresa se llevó cuando el teléfono fue descolgado, descubriendo al hermano de su amigo en su hogar, y la ausencia de éste en el mismo. Luego de insistirle unos minutos, el mayor le confesó que su hermano estaba en una cita pero que no podía decir más. Satisfecho, Jisung le pidió que le avisara a su amigo que quizás llegaría tarde para que no lo esperara despierto, y luego de ello, colgó, enviando un pequeño texto a su amigo, para después centrar por completo su atención en su cita.

Las horas pasaban, con ambos charlando animadamente, Daehyon robándole besos y caricias ocasionalmente, y Jisung aceptando aquel contacto que el otro le proporcionaba. Pero así como el tiempo pasaba, después de varias copas de alcohol, el mareo en Jisung también incrementaba, y las caricias de su acompañante buscaban nuevas zonas para explorar… Aquello ya no se sentía bien.

-Daehyon, detente, por favor.- Murmuró, intentando alejar la mano del mayor que apretaba la parte interna de su muslo.

-Vamos, Jisunggie… Vayamos a un lugar donde podamos estar solos.- Susurró en su oído, poniendo de pie al menor, mientras lo sostenía de la cintura.

-Yo… creo… creo que es mejor que vuelva a casa.- Balbuceó, intentando apartarlo inútilmente. Se sentía mareado, la vista borrosa del lugar y la debilidad que sentía, le impedían empujarlo.

-Yo creo que no esta noche, cariño.- Susurró mientras dejaba besos en su cuello, llevándolo hacia la salida, consiguiendo salir del lugar.

-¡He dicho que no quiero ir! ¡Suéltame!- Gritó, juntando todas sus fuerzas para empujarlo, logrando que el contrario lo soltara, retrocediendo apenas dos pasos.