||CAPITULO 8||

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Era domingo por la mañana y el trío de amigos se encontraba en el apartamento compartido, Jeongin había sido el primero en despertar, pues no supo en qué momento de la fiesta su dos amigos desaparecieron de su vista y cuando los volvió a encontrar para irse, estos estaban en las peores condiciones, cada uno a su manera, lo cual le hacía estar realmente preocupado y esperaba una explicación de lo ocurrido la noche anterior.

No tuvo que esperar mucho para que Jisung apareciera en su campo de visión, con el cabello alborotado y con su ceño fruncido.

-Buenos días, gran amigo, te ves genial.- Saludó Jeongin sarcástico.

-Joder, Jeongin, ya sé que me veo horrible y me siento aún peor, ¿podrías ser un buen amigo dejando tu sarcasmo para después y diciéndome dónde están las aspirinas?- Pidió suplicante.

-Seré un mejor amigo que lo que fueron tú y Félix ayer.- Dijo ofendido.- Y están en el segundo cajón, recuerda.-

-Gracias.- Respondió tomando un vaso de agua y pasándose la pastilla rápidamente.- Y en verdad lo siento, no sé cómo ocurrió todo, Jeongin, en verdad estoy asustado.- Dijo sentándose en la mesa junto a su mejor, viéndolo seriamente.

-¿Qué ocurrió? ¿Tan malo fue?- Preguntó preocupado, dejando su enojo de lado por un momento.

-Yo... Creo... Creo que Minho me gusta.- Soltó finalmente, cubriendo su rostro con sus manos.

-¿Que te gusta quién?- Preguntó el recién llegado rubió, con una cara de asombro.

-Buenos días a ti también, Lix. ¿Cómo te encuentras?.- Interrumpió de ojos de zorro.

-Estoy mucho más que bien, y definitivamente tengo demasiado que contarles, pero ahora es momento de que Jisung se explique. ¿Dónde quedó eso de que después de la fiesta acabaría todo?- Preguntó curioso.

-Ni siquiera yo lo sé... Simplemente luego de perderlos a ustedes de vista, los estuve buscando pero sólo encontré a Minho... O bueno, el me encontró a mí, y realmente fue demasiado lindo, jamás pensé que fuera así.- Respondió comenzando a relatar todo lo ocurrido.

Jisung se encontraba perdido, el lugar estaba lleno de gente y luego de regresar del baño, no logró encontrar de nuevo a sus amigos, por lo que luego de un rato, harto de esperar para ver si volvían a aparecer, decidió salir a buscarlos.

Realmente parecía exagerado decir que esa casa era enorme, pero realmente no lo era; había demasiados pasillos y habitaciones, tantos que, sumado al alcohol ingerido y a las luces de colores, llegó un punto en que comenzó a marearse y tuvo que recargarse frente a una puerta, sin percatarse de un chico que se acercaba.

-Hey, Sunggie. ¿Te encuentras bien?- Preguntó preocupado el castaño, mientras buscaba su mirada.

-Hola, Minho. Estoy bien, sólo estoy un poco mareado, este tipo de lugares me pueden llegar a sofocar un poco, pero sólo necesito un poco de aire.- Respondió intentando poner una excusa para huir rápidamente de ahí.

-Ven, te puedo llevar a un lugar que te puede ayudar a sentirte mejor.- Dijo con una sonrisa ladina mientras le tendía su mano.

Luego de unos segundos en que Jisung analizó la situación, dudoso tomó la mano de Minho y dejó que él lo guiara. Verdaderamente le asustaba lo que el mayor pudiese hacer. Sin embargo, todo sentimiento de miedo y preocupación desapareció en cuanto el castaño abrió unas grandes puertas que llevaban a un enorme balcón con dos pequeñas bancas y varias plantas adornándolo.

-Wow, Minho... Esto es hermoso.- Dijo observando a su alrededor, y al adentrarse más, pudo observar como desde ahí se veía todo el jardín, dando directo a la fuente frente a la entrada principal, y a los frondosos árboles brindando sombras, a las flores adornando el paisaje con sus brillantes colores, todo ello acompañado de la brillante luz de la luna que se reflejaba en sus pupilas, con pequeños destellos de estrellas bailando en su compañía.

-Lo es. Me gusta venir aquí cuando no me siento bien, así que pensé que te podría ser de ayuda, respondió acercándose al menor, quien se encontraba recargado en el barandal.

-Muchas gracias por preocuparte, en verdad.- Respondió mirándolo directo a los ojos, notando las cercanía de estos mismos, embelesado completamente por la vista frente a él, y claramente ahora no hablaba del jardín ni del balcón.- Hermoso...- Susurró casi inaudiblemente de manera inconsciente.

-Tú también lo eres Sung.- Dijo acercándose más, mientras tomaba la barbilla del menor.- Sung...- Soltó mirándolo a los ojos. Realmente deseaba besarlo.

-Minho...- Susurró nervioso. Sentía su corazón latiendo a mil por hora, y al ver cómo el otro se acercaba más, se dió cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir, alejándose completamente ruborizado.- Lo siento, creo que debería irme. ¿Podrías ayudarme a encontrar a mis amigos?- Dijo evitando la mirada del otro.

-Yo... Sí, lo siento, te ayudaré con ello.- Respondió mientras se acercaba y tomaba su mano para guiarlo de vuelta a dónde estaban todos, de vuelta a la realidad a la que no pertenecían.

Jisung sabía lo que había sentido, pero le asustaba pensar quién era la persona por la que sentía eso por primera vez, porque sabía el historial de Minho, y sabía que no era alguien de un solo amor.

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Lamento si sienten que la historia va un poco lenta, el contexto con Félix es muy importante y también estoy alternando con el Minsung, pero ya pronto comenzará a haber más interacción del Hyunin🥺

Recuerden votar mucho, dejar sus comentarios y de ser posible, compartir la historia 💕

Say You Hate Me || Hyunin ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora