Harry le acarició muchas veces el rostro, para grabarse sus facciones y nunca olvidarlas. Nunca lo vio necesario, hasta que se encontró solo en una habitación, sin ella a su lado. No le daba la sonrisa de buenas noches, el beso casto en sus labios que le dejaba un sabor dulce hasta el día siguiente, libre de pesadillas que pudieran atacar a Harry en medio de sus sueños. De alguna forma, ella siempre estuvo ahí.
Ya no más.
—Realmente, eres un idiota —ella le había dicho en una de sus pocas peleas, rodando los ojos y sin dejar de cepillar su rubia cabellera—. No puedo creer que...
—Oh, por favor —Harry había gemido de frustración, tirándose a la cama de espaldas y cubriendo sus ojos con el dorso de su mano—, no hagas esto.
—¿No hagas esto? —Ella se giró para encararlo, y Harry apartó su brazo para verla. Pese a que su frente estaba fruncida, Harry la seguía encontrando demasiado hermosa en medio de la poca luz de la oscuridad.
Debería de haberle dicho lo que pensaba muchas veces, que su corazón latía con fuerza cuando ella le sonría como una niña enamorada, que la sonrisa que se
pintaba en sus labios no tenía control cuando ella aparecía frente a él. Que cuando saltaba en sus brazos, el mundo parecía completarse.
—¿Sientes algo por ella? —Harry se había reído en su cara, negando y viéndola fijamente. Ella le devolvía la mirada, para nada divertida con la situación, mientras que el rizado no podía evitar tener sus labios tirados hacia un costado—. Esto no es un juego, Harry. Si sientes algo por ella, yo lo voy a entender —Su voz le cambió en ese momento, y Harry dejó de sonreír.
—Hey —Se levantó con rapidez de la cama y se arrodilló frente a ella. Ella bajó la mirada a sus manos y Harry las tomó entre sus dedos para luego besar sus dedos—, ¿de qué estás hablando, amor?
—Como la mirabas... —Se encogió de hombros y cerró los ojos con fuerza. Harry se inclinó más hacia ella, hasta que sus frentes se unieron y sus respiraciones fueron mezcladas.
—Amor —Harry había comenzado su discurso hacia ella, suspirando y tratando de encontrar las palabras para decirle lo que sentía, nadar en el mar profundo de sentimientos hacia ella y tomar uno, mostrárselo y demostrarle cuánto la amaba—, jamás... jamás podría amar a alguien como te he amado a ti. Nunca.
Ella, tan llena de vida en ese momento, alzó sus ojos azules llenos de lágrimas y le miró, miedo en el reflejo del océano encerrado en sus ojos, el viento en sus pestañas demostrando el temor que sentía.
—¿Lo prometes? —Le tembló la voz.
—Lo prometo —Harry prometió, su voz segura de las palabras que había dicho.
(...)
El bebé fue fiel a su intento de arruinarle la poca cordura que le quedaba, llorando cuando el reloj marcó las cuatro de madrugada. Harry le gruñó antes de sacar un pie de la fría cama, pensando demasiadas veces si sería buena idea solo dejarlo llorar y esperar a que así se calmara. Pero sus pies ya se dirían a la habitación del cachorro, sus ojos pesados por las pocas horas que había dormido.
—Dios —gimió cuando llegó, rodando los ojos cuando lo vio sacudirse dentro de su cuna—. Calla, calla, que ya estoy aquí.
Sin embargo, el bebé no calló hasta que Harry lo sostuvo en sus brazos. El alfa ignoró el último hipido salido de los labios del cachorro, imaginando que la calma que tuvo después el bebé fue solo porque quería ser cargado. Harry lo hizo, suspirando y sintiéndose más cansado a cada segundo, teniéndolo sobre sus brazos como una gran carga que no quería.
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Never be the same
FanficLouis es un omega buscando un trabajo para poder pagar la tumba de su hijo. Harry es un alfa que sufre por la muerte de su omega con un bebé en brazos.