Un simple Error-El diario de Harry

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Viernes 29 de Enero

Querido diario, este mes fué genial, viajamos a Estados Unidos, conocimos la zona mágica, el ministerio e incluso hablamos con algunos agentes de la MACUSA.

Siri y Remy nos acompañaron un tiempo, incluso nos mostraron donde se casaron, claro que como era Las Vegas, fuimos de día y no de noche porque aún somos menores de edad, pero igual fué divertido, conocimos a Dennis el unicornio azul y a Vlad el unicornio negro. Siri nos había contado la historia de su boda, pero cuando fuimos a visitar a su hermano, Regulus, es cuando lo vimos realidad, Reg tiene una foto loquísima de ellos junto a los unicornios después de su boda. Aún no puedo creer que mi papá se haya dejado tomar una foto montado en el unicornio negro, aunque tengo que decir que papá es el que más estilo tiene en la foto.

Viajamos al Gran Cañón, tanto a la zona muggle como a la mágica y ambas son sumamente interesantes, aunque a mí y a Luna nos gustó más la parte mágica porque pudimos ver de cerca un Thunderbird, fué alucinante, lo vimos volar y que haga llover y todo.

A Draco le fascinó la tecnología muggle, no lo podíamos sacar de las máquinas de juegos, incluso hizo que le compraramos una computadora y videojuegos, los cuales fueron enviados a la mansión Malfoy, para disgusto de Draco.

A todos nos gustó los juegos mecánicos, aunque Julius comentó, durante la casa de terror, que sus inferi daban más miedo.

Cuando nos queríamos subir a la montaña rusa más grande nos detuvieron, nos dijeron que era para personas más grandes, entonces empezamos a rogarle a papá, en un principio parecía que no iba a ceder, pero luego se rindió y nos dió un poco de multijugos a cada uno para aparentar más edad. Sabía que tenía que sospechar de su ligera sonrisa, fué extremadamente aterrador, ninguno de nosotros pudo evitar gritar y juro por Merlín y Morgana que escuché a papá reírse de nosotros mientras hiperventilamos, no pudimos mantenernos en pié al llegar al suelo, Luna se tiró al piso y empezó a recitar un ritual de agradecimiento a la tierra, Julius no paraba de llorar, Draco besó el piso, Forge y Gred aparentaban estar normal, pero sus manos temblaban y yo me colgué cual koala a mi papá, todos y cada uno juró no subirse de nuevo en un juego parecido.

Aunque después hablandolo entre nosotros, Draco dijo que sería buen entrenamiento para el quidditch y los gemelos lo tomaron muy a pecho y se subieron de nuevo, lo malo es que se subieron después de comer, solo diré que no terminó bonito.

En fin, fué divertido, siguiente parada Turquía, ¿por qué Turquía? no tengo ni idea, a todo esto Celty ahora dice que quiere aprender a volar y no sé cómo voy a conseguir enseñarle. Nos vemos.