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Sábado 21 de Octubre

Querido diario, el viaje a España estuvo bien, hasta que ya no lo fué. Empezó tranquilo viendo el mundo muggle, sobre todo las obras del arquitecto Gaudi. Aún no puedo creer que La Sagrada Familia siga en construcción! y aún le falta bastante!

Pero Julius empezó a estornudar y toser cada vez con más frecuencia después de los primeros tres días en España. Rápidamente todos nos contagiamos. Afortunadamente solo era gripe mágica, así que no fué nada grave, pero estuvimos en el hotel encerrados por un poco más de una semana.

Papá también se vió afectado pero se negó a descansar y se la pasó cuidándonos, hasta que ya no pudo más y pasó los últimos tres días en cama con mucha fiebre. Gracias a Merlín y Morgana que yo ya me había recuperado casi totalmente por lo que me dediqué a cuidar a papá y a los demás que aún estaban algo mal.

No me agrada pero me alegro que James me haya obligado a aprender a cocinar desde tan pequeño, porque me fué de muchísima ayuda. Al final, los que más se demoraron en curarse fueron papá, porque no quiso descansar cuando debía, y Julius que, por ser tan pequeño su sistema inmunológico aún no estaba preparado para su primera gripe mágica.

De ahí solo nos quedaron pocos días para visitar la parte mágica de este país antes de que nuestro traslador internacional se activara, pero no fué lo mismo. Todos aún estábamos algo cansados y adoloridos, así que no fué un viaje muy agradable.

Ha sido el mayor tiempo que lo he pasado sin pensar mucho en mamá ni en dibujarla, y sorprendentemente no me siento tan mal al respecto. Cuando pensaba en mamá sólo podía sentirme protegido y cuidado por ella, como si ella aún estuviera aquí.

Ahora entiendo un poco más su carta, donde decía que siempre va a estar ahí para mí, la sentía conmigo en cada uno de los detalles que papá hacía para que me sintiera mejor y más cómodo. Fué agradable saber que mamá no solo está conmigo, sino también que al menos un pedacito de ella está en papá.

Es difícil de explicar, pero el modo en el que él me limpiaba la frente o cuando me susurraba dulces nadas eran igualitas a como recordaba a mamá actuar. Incluso su sopa de pollo y verduras sabía igual a como recordaba que mamá nos hacía a Xavier y a mí cuando nos enfermamos. Es una memoria sumamente borrosa, incluso me sorprende recordarla del todo porque no habré tenido más de año y medio cuando mamá nos cuidó de ese modo.

En fin, a pesar de pasarla enfermos y casi no póder ver nada de España, me alegra poder haberme dado cuenta de ese detalle que comparten papá y mamá. Decidí fijarme si tienen más cosas en común y efectivamente si la tienen!

Cuando papá come algo que le desagrada frunce levemente el ceño y cambia de mano el cubierto por un momento, igual a mamá! y cuando duerme abraza una almohada y duerme sobre su lado derecho, mamá también dormía así!

Durante el resto de nuestros viajes, me propuse explorar más similitudes entre papá y mamá!

¡Próximo destino: Bulgaria!

Nos vemos,

¡Adiós!

Un simple Error-El diario de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora