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Sábado 9 de Septiembre

Querido diario, todos mis amigos y mi familia han intentado animarme, pero no encuentro en mí ningún deseo de volver a ser felíz... Todo se siente tan erróneo sin mamá... Sin poder visitarla todos los fines de semana... Sin sus suaves sonrisas y sus gentiles manos acariciándome la cabeza o sus dulces labios besando mi frente... nada tiene sentido para mí...

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Draco es el más insistente de mis amigos siempre intentando estar conmigo y tratando de hacerme hacer algo y no solo mirar a la nada, pero no lo logro... No conozco muy bien a Blaise o Theo y ellos tampoco saben bien cómo tratarme, Vins y Greg lo intentan, a su modo al menos, siempre están intentando darme algo de comer y aprecio mucho el gesto, especialmente porque sé muy bien que ellos preferirían comérselo ellos mismos, pero casi nunca tengo hambre... Pansy es la peor de todos, desde que volvimos ha estado intentando pegarse más y más a Draco. No tengo energías para molestarme con ella, pero sigue siendo muy molesto...

Draco no le hace mucho caso y siempre intenta despegarse de ella y tratar de animarme... es dulce, pero a veces siento que se esfuerza demasiado...

Los mejores son Luna, Julius y papá, ninguno de ellos intenta hacerme hablar o hacer cosas, pero siempre alguno de ellos está a mi lado, jamás me dejan solo... No entran en pánico como Draco cuando lloro de la nada, solo están ahí y me abrazan, no dicen nada, no necesitan decir nada...

Saber que están ahí para mí es más que suficiente...

Me pareció ver a Julius hablando con Draco y desde entonces puedo ver que mi dragón intenta solo sentarse al lado mío, solo estando ahí para mí... él me ha dicho directamente que quiere hacer más por mí, que no soporta verme tan... pues así, ninguno de los dos sabe bien cómo describirlo, pero algo cálido surge en mi pecho cada vez que Mi Draco dice que quiere volver a verme feliz y el hecho que parece comprender que no solo estoy triste, sino que hay algo más ahí, aunque ninguno sepa bien el que.

Mañana es la lectura del testamento de mamá, afortunadamente ella lo escribió y lo dejó encargado en Gringotts antes de la farsa del juicio, por lo que al menos puedo estar presente para eso, papá también recibió un llamado del banco como beneficiario... James no puede hacer nada porque es algo sagrado para los goblins y si él se atreve a intentar detenernos la va a pasar muy mal.

Una parte de mí desea fervientemente que ese bastardo lo intente, para que sea castigado según la ley goblin, pero sé muy bien que James le hace caso a todo lo que le diga Dumbledore y este último no va a dejar que su peón favorito sea castigado tan grave y públicamente.

No me importa mucho la lectura del testamento, no creo que haya nada físico que mamá me haya dejado que pueda llenar el vacío que siento por dentro. No hay nada que puede reemplazarla y que me permita nuevamente ser feliz.

Mañana veré a mis hermanos nuevamente... no sé cómo sentirme al respecto... También veré a James una vez más, solo me alegro que papá también pueda venir... me avergüenza un poco el siquiera escribirlo, pero le tengo miedo a James, por todo lo que me hizo pasar, por todo lo que aún me puede hacer, por lo que puede hacerle a mis hermanos y sobretodo porque parece que me odia lo suficiente como para lanzarme la maldición asesina sin pensarlo dos veces.

No logro entender como ese hombre logró casarse con mamá, ella siendo tan dulce y cálida y él... no sé ni cómo describirlo, tal vez compararlo con uno de los demonios que ví en los libros de australia no estaría tan lejos, al menos para mí...

Adiós, intentaré dormir algo.

Un simple Error-El diario de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora