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Martes 16 de Enero

Querido diario, Rumania es escalofriante... La mayor parte del tiempo la pasamos como prisioneros del mismísimo Drácula! Me oíste bien, diario, Drácula nos secuestró!

Llegamos bien, nuestra primera parada fue en el Castillo de Bran, conocido como el Castillo de Drácula. Tenía unos pasillos y torres impresionantes Luna nos contó sobre los strigoi, unos vampiros que se dice que habitan en la región. El castillo tenía una arquitectura medieval y su historia era muy intrigante, pero decidimos adentrarnos un poco más en un área restringida, papá dijo que sentía energía mágica pero que no detectaba ninguna trampa, así que le convencí de ir a investigar.

Mala idea, pésima idea, papá no había sentido nada malo porque se trataba de un portal mágico que nos llevó a otro castillo, el Castillo de Hunedoara para ser exactos, claro, me enteré de su nombre mucho después. Llegamos justo en medio de una reunión, había muchas personas, hombres y mujeres de apariencia jóven y piel muy pálida todos observando hacia el frente del gran salón. Justo ahí había un gran trono decorado con joyas y lo que parecían ser huesos humanos.

La persona sentada en el trono era extraña, no parecía un hombre pero tampoco una mujer, tenía el cabello negro estilizado hacia atras y pegado al cráneo como cuando Draco intentó usar gel para ponerse su cabello así, hasta que le dije que le quedaba mal y lo dejó, sus ojos eran de un misterioso color carmesí. Julius me dijo que era de apariencia andrógina y fué justo eso, nuestros susurros los que pareció delatarnos. Aunque ahora que lo pienso también pudieron haber sido nuestros latidos.

No había pasado ni un minuto y papá intentó sacarnos de ahí a través del mismo portal, pero este se cerró rápidamente y la voz arrastrada y aburrida de la persona en el trono nos sorprendió, dijo que tenían invitados especiales y que nos trataran como tal. De pronto todos los ojos rojos de los cientos de personas, vampiros, diario, todos eran vampiros, nos voltearon a ver.

Sigo sin entender bien qué pasó después, un momento estábamos de pié en la esquina de la sala de trono y al siguiente estábamos en una celda, una celda bien limpia y con varias camas bastante cómodas y un baño anexado, pero una celda al fin y al cabo. Todo fué demasiado rápido, había leído sobre los poderes y capacidades de vampiros en libros, pero verlos en acción es completamente distinto y aterrador.

Pasamos unos días en las celdas, unos elfos domésticos bastante viejos nos traían comidas, pero no sé muy bien cuántos días pasaron, porque no había ni una sola ventana, igual que en el gran salón, todo estaba iluminado con velas, candelabros y antorchas, nada de luz solar.

Papá nos contó que él se había reunido con un aquelarre anteriormente, uno cuyo líder se llamaba Alekseev, era un grupo de vampiros rusos muy vengativos y crueles, pero también nos contó que ese grupo odiaba a Drácula o Lord Vlad Tepes, como este prefería que lo llamaran, según estos vampiros, no sabíamos si esto sería de ayuda o no. No teníamos modo de pedir ayuda y el lugar estaba protegido contra apariciones o trasladores, incluso nuestra magia se sentía un poco rara.

De entre todos Luna era la más tranquila, Julius fingía estar tranquilo, pero no podía dormir sin estar en la misma cama que papá. Blaise y Draco, sobre todo mi Dragón, estaban sumamente desesperados, estaban que se subían por las paredes del estrés. Yo intentaba mantener la paz, ya que pude notar que la paciencia de papá se estaba volviendo rápidamente inexistente con todos los llantos y grititos de esos dos.

Después de un tiempo, unos vampiros vestidos como guardias nos vinieron a recoger y nos llevaron de vuelta a la sala del trono en frente de Lord Tepes, este nos dijo que estábamos de suerte, ya que cuando habíamos llegado, ellos justamente habían regresado de cazar, así que no tenían sed, aún. También dijo que ellos no se alimentaban de niños, así que nos propuso liberarnos y que dejáramos a papá. Aún puedo sentir el escalofrío que recorrió todo mi ser cuando dijo eso y no pude evitar tomar fuertemente la mano de papá entre la mía. Sé muy bien que papá es capaz de hacer algo así para que estemos a salvo y yo no le iba a dejar, no lo dejé en ese momento ni le dejaré en el futuro.

Un simple Error-El diario de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora