Observé cómo la señora finalizaba el trazo del pincel sobre mi uña, replicando con precisión la misma línea del diseño que le mostré.
—¿Has pensado en lo que te dije? — la pregunta de Sophia me hizo apartar la vista de la manicura y girarme hacia ella, que estaba sentada a mi izquierda.
—Sí, pero no sé. No me convence mucho hacerlo público en Instagram.
Después de recibir tanta mala onda en los comentarios de las redes, Sophia me había sugerido que lo mejor sería decir que había cortado con Pedri para frenar los mensajes ofensivos. Pero no me apetecía. Hacerlo significaba hacerlo realidad, y aunque habían pasado casi dos meses desde que terminamos, aún me pesaba como si fuera ayer.
—Tienes razón en eso. Debería ser él quien lo haga público. ¿Cómo puede permitir que te falten al respeto? Te pintan como una infiel y él se hace la víctima — dijo, frunciendo el ceño. Sophia podía ser muy dulce, pero cuando algo la molestaba, sacaba su genio alemán.
—Creo que simplemente dejaré que la gente hable — me encogí de hombros, sin mover mucho las manos. — Además, no es la primera vez que me insultan por algo relacionado con Pedri.
—Mm, si eso es lo que quieres — dijo, sin mucha convicción. Cambiando de tema, preguntó: – ¿Vas a ir al cumpleaños de Mason? Cumplió años el 10 de enero, pero va a celebrarlo el 14 porque el 15 está libre.
—Supongo que sí, si su invitación sigue en pie. ¿Qué le puedo regalar? — habíamos pasado tiempo juntos, pero no lo suficiente como para saber qué le gustaría.
Sophia se quedó pensativa un momento y sacó el móvil del bolso con la mano libre, teniendo cuidado de no arruinar la otra.
—Le preguntaré a Kai, porque la verdad es que yo tampoco lo sé.
____________________________
Historia Melissa
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
