4

769 30 4
                                    

𝟑:𝟑𝟎 𝐚𝐦

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝟑:𝟑𝟎 𝐚𝐦. 𝐀𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐚, 𝐑𝐨𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨.

— yo seguramente duerma con licha y cuti, ¿cuantos me dijiste que podían dormir por habitación? — leo desde el otro lado del ventanal hace una seña, que no logro ver— tres, podes dormir sola o hasta con dos más.

— igualmente sola estoy bien, ¿pero en cual de todas me quedo? —pregunté, ya todos se habían ido, a los que nos quedaba muy lejos nos quedábamos en la casa de leo, el cual no tenía ningún problema en darnos habitaciones, mientras nadie haga quilombo.

— me dijo leo qué hay dos pisos, pero que son bastante largos, así que la que elijas vos, ponele traba y si alguien pregunta estás durmiendo vos ahí — asentí. enzo también se quedaba, eramos unos 10 en total. dibu, licha, ota, julián, enzo, lauta, cuti, paulo, lea y yo. claramente todos iban a dormir juntos, pero me negaba a compartir habitación con alguno. después de escuchar las condiciones de leo para dormir esta noche, nos despedimos y subimos, todos agrupados en la escalera, empezaron a elegir las habitaciones. me apresuré a elegir una, sin ver lo que los demás habían elegido.

me adentré y cerré la puerta detrás mío, esperando a que no sonara preguntando si había espacio para uno más, sería un terror total. después de un rato de esperar, nada, suspiré aliviada. entré en el pequeño baño que tenía la habitación, cerré la puerta y me desnudé, era hora de un baño relajante.

el sonido de la madera me despertó, estaba en el piso con la cabeza apoyada en dos almohadas, me había dormido mientras miraba una película, "cuestión de tiempo"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


el sonido de la madera me despertó, estaba en el piso con la cabeza apoyada en dos almohadas, me había dormido mientras miraba una película, "cuestión de tiempo". me levanté como pude, era increíble el cansancio que llevaba sobre el cuerpo. me dirigí a la puerta con un poco de pereza, "mira a la hora a la que vienen a joder" pensé. abrí la puerta y no pude evitar sorprenderme;

era enzo.

— ¿qué haces acá? — pregunté, sin responderme absolutamente nada, pasó empujándome hacia un costado, haciendo que mi espalda chocara levemente contra la puerta, una vez adentro, se tiró de espaldas a la cama — te hice una pregunta — crucé mis brazos enojada, al escuchar esto levantó la mirada para cruzarla con la mía.

𝙥𝙧𝙤𝙝𝙞𝙗𝙞𝙙𝙤 || 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖́𝙣𝙙𝙚𝙯. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora