epílogo.

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Nota (07/01/2024): Debido a ciertos comentarios tengo que poner esta advertencia para los nuevos lectores (y pido disculpas a los que se aventaron el fic sin una advertencia ENORME, aunque en los tags ya está dicho, pero es mi culpa pues sé que ya nadie suele leer los tags) en fin, no sé cómo encontraron esta historia, si les apareció, vienen de algún otro fic mío o simplemente lo encontraron en alguna lista de lectura, no importa, sin embargo he de decirles que si vienen buscando algo soft, lindo o con un FINAL FELIZ NO lo van a encontrar aquí, sigan buscando y por su bien físico y mental váyanse, no busquen algo que saben no quieren ni necesitan.

***

Izuku quería vivir una vida tranquila. Esperaba al menos cumplir su mayoría de edad. Él quería luchar contra las injusticias del mundo. Él quería cambiar al mundo.

Izuku quiso comerse al mundo cuando apenas le salían dientes. Él pensaba que era inteligente, pero no era mas que un chiquillo tonto con el ego muy arriba, sin autoestima y sin atención.

No quería quedarse sin voz, pero al tratar de gritar fue ahogado hasta que no pudo hablar más. Él había prometido ser la voz de todos los humanos, hombre y mujeres que habían sufrido. Pero también se quedó sin voz.

Quería romper y armar y hacer y deshacer. Pero no pudo siquiera crecer.

Izuku tenía muchos sueños, quiso ser cheff, quiso tener amigos, quiso proteger a su mamá, quiso vivir.

Midoriya Izuku fue reportado desaparecido aquel lunes a las nueve de la noche, pues su madre al llegar del trabajo no lo encontró, y a la escuela jamás llegó.

De forma bastante repugnante su cuerpo fue encontrado medio año después a las orillas de un río. Según la necropsia, fue víctima de abuso sexual mientras vivía y también al morir. Faltaban órganos tales como los riñones, los pulmones y el corazón. Algunas uñas estaban arrancadas y la mayor parte de sus huesos presentaron fracturas, algunas curadas por el tiempo -mal- y otras que jamás pudieron sanar.

Por el estado del cuerpo supieron que llevaba poco más de una semana sin vida.

En su sistema apareció una droga invasiva que actuaba de forma paulatina, es decir: tuvo que ser ingerida durante mucho tiempo para causar tantos estragos. Su tejido estaba tan dañado que parecía haber sido puesto bajo algún tipo de ácido, pero según las conclusiones no fue sino la misma droga quien tuvo tales efectos en el frágil cuerpo del niño.

Sus compañeros de escuela afirmaron que estaba emparejado con una Bestia, pues apestaba a ella. Y si ésto era real, lo mejor que podían hacer es cerrar el maldito caso y archivarlo. Nadie quería problemas con los machos.

Sus maestros afirmaban que era muy raro, probablemente andaba en negocios turbios. No hablaba con nadie, no destacaba, no sintieron su falta. Fue su culpa, él se lo buscó.

Su madre lloraba en el ministerio, pidiendo justicia. Su bebé había sido secuestrado, drogado, violado, torturado y asesinado. Ella quería sangre a cambio. Sin embargo sus súplicas nunca fueron escuchadas, ella no era nadie para aquel mundo regido por Hombres Bestias. Ella no podría hacer justicia.

Cuando interrogaron sobre el paradero del niño, un trabajador de una tienda veinticuatro horas aseguró que se fue con una Bestia Adulta. No quiso testificar.

Sin duda, otro caso más para el archivo, un número más a la cuenta de desaparecidos humanos, de abusos y de homicidios. Izuku nunca cumpliría su mayoría de edad. Izuku se convirtió en un número más.



















anaGarci324

humano || katsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora