Adopta un gato

Drabble 2

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Kyojuro no supo cuánto tiempo había pasado ni cuánta distancia había recorrido el demonio cuando súbitamente detuvo su carrera, en forma de gato le resultaba complicado calcular cualquiera de esos dos aspectos, sin contar que Akaza poseía una velocidad sobrehumana, conjugando todo aquello, solo podía declararse perdido.

Curioso, alzó la cabeza de entre los brazos de Akaza y notó que se encontraban a las orillas de un tranquilo río, luego fue depositado suavemente en el piso, por instinto -felino tal vez- no sintió que su vida corriera peligro por lo que se permitió echarse y relajarse un poco.

Entretanto Akaza se metió al río y buscó algo en el agua, Kyojuro miró con sorpresa cuando el demonio, de un ágil movimiento, capturó un pez y lo apretó con cuidado, procurando no reventarlo, acto seguido se acercó a la orilla para ofrecérselo.

Kyojuro puso cara de asco ante el pez muerto y negó varias veces con la cabeza, él no se iba a comer semejante inmundicia.

- ¿No te gusta el pescado? -preguntó Akaza con aire triste.

El gato solo bajó la cabeza, apenado, ciertamente tenía hambre y quería comerlo, pero no así crudo, ¿Cómo se lo decía?

- ¿Preferirías que lo cocinara?

Ante esa pregunta Kyojuro alzó la cabeza y asintió entusiasmado.

- Eres un gatito muy exigente, pero cumpliré tus caprichos, ¿Quién podría decirle “no” a esos lindos ojitos? -comentó Akaza con mucha alegría.

No tenía idea de qué mirada o cara había puesto, pero el truco le había funcionado, Akaza no tardó en conseguir ramas y hojas para improvisar una pequeña fogata, él por su lado decidió que no tenía caso intentar escapar porque el demonio era demasiado rápido, en un parpadeo había logrado prender fuego y ahora la llama danzaba animada entre la leña crepitante.

Akaza se tomó unos instantes para admirar su trabajo y acariciarle la cabecita con cariño, luego agarró el pescado y se metió nuevamente en el río, Kyojuro observó con interés cómo el otro limpiaba y lavaba el pescado con impresionante habilidad, esa escena de algún modo lo transportó al pasado, cuando era un niño pequeño que miraba entretenido a su madre preparar con amor la comida, suspiró nostálgico por aquel recuerdo, Akaza lo despertó de su ensoñación al salir del río, pinchó el pescado en una rama y lo colocó cerca del fuego para que comenzara a asarse.

- Pronto estará lista tu comida, Kyojuro. -dijo sentándose a un lado de su pequeño compañero.

El gato maulló en respuesta, después de ese corto intercambio ambos se enfocaron en contemplar al pescado que se doraba lentamente en la fogata.

Akaza interrumpió su dulce trance al pellizcar el pescado, le dio el visto bueno y tomó la brocheta para acercársela.

- Come amiguito, solo ten cuidado porque aún está caliente.

Eso no lo iba a detener, al primer bocado maulló feliz, continuó comiendo con gran apetito hasta prácticamente dejar solo las espinas, Akaza se sorprendió mucho por lo hambriento que estaba el gato.

- Vaya, sí que tenías hambre, ¿Quieres más?

Kyojuro dejó de lamer los restos y maulló en afirmación, el demonio enseguida volvió a ingresar al río para buscar otro pez, tal vez estar convertido en gato no era tan malo, solo tenía que maullar o poner ojos brillantes y Akaza lo obedecía como si fuera su esclavo, qué conveniente.

Muy pronto tuvo frente a él otro pescado asado que comió con gusto, al terminar se encontró satisfecho y se recostó en la hierba para dormitar un rato, Akaza se limitó a acariciarle el suave lomo y de paso a apagar el fuego, Kyojuro ya se estaba quedando dormido cuando de repente fue levantado en brazos.

- Es hora de un baño, los dos olemos a pescado y humo. -dijo comenzando a retirarse del lugar.

No maulló inconforme, un baño sonaba bien, la siesta le caería mucho mejor.

Desconocía cuándo regresaría a la normalidad, sin embargo, no tenía mucha prisa en volver, la vida como gato parecía muy cómoda e incluso contaba con un sirviente personal.

Podría sacar provecho, ¿No?

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Notas de autor: este capítulo se me ocurrió cuando viajé a mi isla la semana pasada para ver a mis papás, allá se comen muchos mariscos y el sábado mi mamá preparó pescado frito, por eso los pescaditos (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)

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