Adopta un gato

Epílogo

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Los primeros rayos del sol se estaban asomando en el horizonte.

Kyojuro acababa de terminar su ronda nocturna y necesitaba descansar luego de haber estado en pie toda la noche, aprovecharía a comer algo y dormir en el primer pueblo o distrito que se le cruzase en el camino.

Afortunadamente a lo lejos pudo divisar algo.

Al adentrarse al lugar se dio cuenta que había ingresado por lo que se podría considerar la salida del pueblo porque lo primero que notó fue el cementerio local, estos por lo general se situaban al final de cualquier población, se detuvo y lo miró con detenimiento, no tardó en darse cuenta por qué aquel sitio le resultaba conocido.

Entró rápidamente y después de cruzar varias tumbas encontró la confirmación de su sospecha, vio a varios gatos echados alrededor de una planta.

¿Sería ese el mismo cementerio donde Akaza le había conseguido aquella hierba extraña cuando era un gato?

La duda lo dejó inquieto, sin querer recapituló las pocas noches que había vivido con él...

Habían pasado varias semanas desde lo que él denominaba "su curioso incidente"; Shinobu personalmente lo recibió cuando llegó a la finca mariposa y no pudo resistirse a abrazarlo, feliz de verlo con vida, el cuerpo de cazadores lo había dado por desaparecido, aun no perdían la esperanza de encontrarlo vivo gracias al aviso de su cuervo y porque habían recuperado su uniforme y espada intactos, sin rastros de violencia, eso significaba que el Pilar solo estaba perdido o en el peor de los casos, secuestrado, para alegría de los demás había regresado sano y salvo.

Tuvo un momento complicado debatiendo consigo mismo si debía contarle o no a Shinobu lo que realmente había sucedido con él, no quería sonar como un demente, al final procuró no entrar en detalles, declaró que en el último instante de aquella batalla había recibido una técnica demoniaca que afortunadamente no le había hecho gran daño, pero requería un estudio para saber si no habían quedado residuos raros en su sangre.

Oportunamente la Pilar del Insecto no indagó más, no quiso presionarlo, así que se limitó a realizar el chequeo médico.

Para el asombro de ella y para su propio alivio, los estudios arrojaron que se encontraba perfectamente de salud, como si nunca hubiera pasado lo que pasó, decidió dejarlo así, la Luna Superior 3 nunca lo encontró aquella noche.

Sin embargo, nunca imaginó que por azares del destino volvería de nuevo a ese poblado, mientras recorría las calles vio que poco a poco los vendedores instalaban sus puestos, no pudo evitar recordar cuando Akaza se hizo pasar por un niño humano para poder comprarle arroz, aquel acto había sido muy desinteresado de su parte.

Debía admitirlo, el demonio había sido increíblemente bondadoso con él, no solo lo había adoptado, le había brindado todos los cuidados, procuró siempre su bienestar y compartió su hogar, todo eso por cariño, una persona por muy desocupada y ociosa que esté no se toma todas las molestias que se tomó Akaza para tener a un gato tan cómodo y satisfecho, tal vez en su momento le había agradecido la atención, pero considerando que se trataba de una Luna Superior, sus acciones merecían mayor reconocimiento, aún más al acordarse que estuvo en garras de otra Luna Superior, quien no había sido nada amable con él a pesar de que era un indefenso gato.

Antes había pensado que al no revelar los secretos de Akaza estaba a mano con él, pues era una enorme ventaja de la que estaba privando a la organización, él lo veía como una forma de cubrir el favor por haberlo cuidado y técnicamente perdonado la vida, pero ahora, si lo ponía de ese modo, realmente estaba en deuda con el demonio y lo que era peor, de alguna manera se sentía culpable por haberle quitado a Akaza su única compañía, que el demonio le hubiera confesado que le gustaba interactuar con humanos y que no se llevaba bien con otros demonios decía mucho sobre su naturaleza.

Tal vez podría hacerle una inocente visita, regalarle algún detalle.

Se puso a preguntar a los pobladores por el onsen personal de Akaza, recordaba que esas pequeñas aguas termales se ubicaban muy cerca de donde vivía, no tardó en conseguir instrucciones, referencias e incluso advertencias, nadie se acercaba a esa zona porque de noche era muy peligroso, ocurrían muertes, pero él desestimó el peligro, era de mañana y el sol ya brillaba en lo alto, estaría a salvo.

Caminó hacia donde le habían indicado, en cuestión de largos minutos, llegó al lugar que tanto buscaba, se acercó con cuidado y tocó varias veces la puerta, tomando en cuenta la hora del día, Akaza debía estar durmiendo.

- Hola Kyojuro. -saludó el demonio abriendo un poco la puerta, oculto en la sombra.

- No te ves sorprendido, ¿Cómo estabas tan seguro de que era yo?

Akaza tenía claro que ya no podía estar contándole sobre su vida a un Pilar, no debía decirle que lo podía percibir desde lejos.

- ¿Qué haces aquí? -inquirió ignorando la pregunta.

El rubio se sintió ridículo, nadie lo había obligado a visitar a un demonio en su morada, pero ya había caminado hasta ahí, no tenía caso echarse para atrás aun sabiendo que Akaza no podría seguirlo si elegía retirarse, hizo a un lado su haori y dejó a la vista lo que había estado resguardando, un gatito dormido.

- Como te dejé sin mascota, te traje a este pequeño, los tenían en adopción, me dijeron que ya comió y ahora solo está tomando una siesta.

Akaza se sorprendió por la adorable visión, aceptó en sus manos al pequeño minino, sin ser consciente sonrió enternecido.

- ¿Quieres pasar? -preguntó sin pensarlo. - bueno, no, estaba durmiendo... pero...

- Estuve despierto toda la noche, si me lo permites me gustaría mucho acompañarte a dormir.

Dormir juntos, con un gatito bebé, sonaba muy cálido.

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Notas de autor: este final es abierto pero para mí quedan como amigos, ya he escrito fics donde terminan casados, con hijos, muertos/reencarnados, para esta historia quería que solo quedaran como amigos (⁠ ⁠◜⁠‿⁠◝⁠ ⁠)⁠♡

Muchas gracias por darle mucho amor a esta historia 💖✨