Drabble 10

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Akaza depositó un plato repleto de arroz sobre la mesita, Kyojuro se abalanzó a comer como desalmado, después de haber consumido esa hierba y haber correteado por todo el cuarto, había quedado con muchísima hambre.

- Más despacio Kyojuro, nadie te está quitando la comida. -dijo Akaza con una pequeña risa, el pobre gato comía como si fuera a hibernar, tuvo que acercarle un poco de agua para que no se atragantara con el arroz.

Cuando terminó de comer y beber simplemente se tiró en su lugar a descansar.

- ¿Sabes qué se me acaba de ocurrir? -preguntó el demonio desocupando la mesa.

“No me interesa” pensó el gato mientras intentaba dormir.

- Eres un gato adulto ¿No? Tal vez deba conseguirte una gata para que juntos tengan gatitos.

Kyojuro se levantó de golpe, hasta su cansancio desapareció, nunca se le había ocurrido algo tan disparatado como aquello, sabía perfectamente que estaba en el cuerpo de un gato y por momentos pensaba y se comportaba como uno, pero a final de cuentas seguía siendo un hombre, un humano.

- Podría conseguirte una linda gatita, ¿Qué te parecería eso? -dijo Akaza con tono amable para luego intentar acariciar a Kyojuro, pero este maulló arisco en desaprobación, él no quería estar con ninguna gata, le causaba asco solo imaginarlo, si tenía que aparearse prefería mil veces que fuera con Akaza.

“Momento, ¿Qué?”

Al darse cuenta de la gravedad de lo que había pensado, se esponjó nervioso y salió corriendo de la cocina, como huyendo para no ser descubierto, el demonio miró con preocupación al gato alejarse rápidamente de ahí, quizás no le gustó la idea de tener una pareja, suspiró triste por haberlo molestado, lo mejor era darle espacio al minino, por ello aprovechó a lavar y secar trastes.

Kyojuro se escondió en su lugar seguro, que básicamente era la cama de Akaza, pero estar ahí no lo ayudó en nada, todo lo contrario, el olor de las sábanas lo alteró más, comenzó a maullar angustiado, demandando atención y cariño.

Luego de unos minutos Akaza entró con prisa a su habitación al escuchar los maullidos tan sobrecogedores, se sentó a la orilla de la cama para intentar calmar al gato, enseguida Kyojuro se levantó para restregársele en las piernas.

- Estás actuando muy raro Kyojuro. -comentó acariciándolo repetidamente.

El gato estaba consciente de eso, pero no podía evitarlo, con las patitas tomó una de las manos de Akaza y empezó a lamerle los dedos.

Pasado un rato, Akaza tuvo suficiente de mimos y retiró a Kyojuro de su regazo, este no lo tomó bien, maulló indignado.

- Relájate bebé, solo me voy a acostar, cuando me acomode podrás lamerme todo lo que quieras.

Esas palabras sí le gustaron, apenas tuvo oportunidad se puso a lamerle el cabello, Akaza no le tomó importancia y cerró los ojos, la sensación era hasta cierto punto relajante, ya se estaba quedando dormido cuando de repente sintió que el gato se movió de lugar, ahora se encontraba lamiendo y amasando uno de sus brazos y por momentos pausaba, ese detalle le pareció raro, levantó la mirada para verificar.

El animalito dejaba de lamerlo a él para lamerse entre las patitas traseras y fue en ese instante que finalmente comprendió lo que estaba ocurriendo.

El gato estaba en celo.

- ¡Kyojuro! ¿Cómo es que entraste en celo? Se supone que los gatos machos entran en celo por las hembras, no hay gatas cerca de este lugar. -dijo consternado sentándose para encararlo.

Si la situación ya la parecía inusual, aún le aguardaban más sorpresas, el gato adoptó la posición de monta, Akaza se salió asustado de la cama.

- ¡No me digas que yo te provoqué esto, no soy una gata!

El haber pensado en acostarse con Akaza lo había arrastrado a ese dilema, de alguna forma había entrado en celo y en tan inconveniente estado no razonaba bien las cosas, lo único que quería es que su dueño lo montara, ronroneó para invitarlo.

- No te voy a montar Kyojuro, ni siquiera somos de la misma especie. -contestó incómodo.

Ante la negativa, Kyojuro soltó maullidos desesperados, Akaza lo miró con pena, lo que le pasaba a su gatito era algo completamente normal, pero no podía ayudarlo.

- Voy a darte un baño. -agregó levantándolo en brazos.

Iba a maullar enojado, pero recordó que si iban al baño existía la posibilidad de ver a Akaza sin ropa, el pensamiento le agradó tanto que empezó a ronronear complacido.

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Notas de autor: gato cachondo 😾 por otro lado no creí que esta historia rara fuera tan leída, ya alcanzó los 1,000 votos, muchas gracias (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)ノ☆

Notas de autor: gato cachondo 😾 por otro lado no creí que esta historia rara fuera tan leída, ya alcanzó los 1,000 votos, muchas gracias (⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)ノ☆

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Fanart de lo que fantasea el michiKyo, por eso entró en celo 😏

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