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No podía bloquear esas siniestras imágenes, aunque no lo había visto directamente, sabía de sobra que había sucedido, de solo imaginar a Akaza comiéndose a ese tipo muerto hizo que se le revolvieran los pescados en el estómago, lo aquejaron unas severas ganas de vomitar, ¿Por qué los demonios se comían a las personas crudas? Al menos cocinados o asados serían comida pasable… se imaginó a una brocheta humana y le cayeron más náuseas.
- ¿Qué te sucede, Kyojuro? Te ves enfermo. -habló Akaza preocupado, lo acarició y arrulló un poco para que se sintiera mejor, incluso se lo puso en el hombro para darle palmaditas como si tuviera que sacarle aire a un bebé.
De cierta forma el gesto lo relajó y luego de un rato se estabilizó, lo único que tenía que hacer era borrar esas horribles memorias de su mente y enfocarse en lo cálido que se sentía el cuerpo de Akaza.
Al ver que el gato tenía mejor cara, emprendió el camino hacia el distrito más cercano, en cuestión de segundos llegó a su destino.
Había movimiento nocturno, Kyojuro pudo notar ese detalle desde el callejón oscuro en el que estaban ocultos, supuso que todavía no era tan de noche, maulló asustado al ver que Akaza se reducía de tamaño y cambiaba de ropa como por arte de magia, de un momento a otro había pasado de ser un demonio a lucir como un niño humano.
- ¿Me veo bien? -preguntó el pequeño Akaza con voz infantil.
Se veía inocente, uno nunca podría suponer que era la Luna Superior 3, maulló con duda ¿Para qué había cambiado de apariencia?
- Sé que no puedes hablar, pero estoy comenzando a entenderte más rápido Kyojuro, cambié de forma porque de este modo me veo inofensivo y podré acercarme a las personas.
Luego de decir eso caminó hacia los puestos de comida que habían en la zona, pasó varios hasta que encontró uno que parecía ser una frutería.
- Señor, ¿Podría comprar algo de arroz con esto? -dijo Akaza mostrándole el dinero que una de las chicas le había entregado momentos antes.
El vendedor bajó la mirada y se encontró con un niño delgado de unos 7 años cargando a un gato esponjoso, la escena le pareció tierna.
- Por supuesto, chiquillo, te alcanza para medio costal de arroz y un poco de condimentos y algas para acompañarlo. -dijo el señor preparando la mercancía.
Cuando finalizó el curioso intercambio Akaza se alejó del sitio, una vez lejos regresó a su forma original, Kyojuro no entendía muy bien las acciones del otro, el demonio fácilmente podía conseguir lo que quisiera sin tener que llevar a cabo una compra, además se trataba de algo que no iba a consumir, se estaba tomando muchas molestias solo por él.
- Estoy muy feliz, Kyojuro, a veces me siento solo y me gustaría tener a alguien con quien compartir… en ocasiones finjo ser un humano para poder interactuar con ellos como hace un momento, lo bueno es que ahora te tengo a ti, me alegra mucho haberte adoptado. -dijo abrazándolo con afecto.
El gato sintió algo de pena al escuchar aquello, al principio pensó con gracia que tenía mucha suerte de contar con un sirviente como Akaza, ahora sentía que de alguna forma se estaba aprovechando de su soledad.
Tal vez podría ser más agradecido por toda la atención recibida.
Cuando llegaron a la casa, Kyojuro se dirigió rápidamente al cuarto para dormir una siesta, Akaza por su lado fue a la cocina para dejar lo que había comprado.
- No tengo agua suficiente para lavar el arroz, saldré a recolectar. -anunció Akaza desde la puerta.
El gato maulló como diciéndole que se acercara, el demonio así lo hizo.
- ¿Quieres un beso de "buenas noches"? -preguntó divertido.
Movió varias veces la cabeza, afirmando.
Akaza empezó a repartirle besos en toda la carita, esta vez Kyojuro le correspondió el cariño.
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Notas de autor: parte basada en este dato.
En sí Akaza solo quería compañía, por eso aquí está todo feliz con su gato ♡
Muchas gracias por leer y votar~♪
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Adopta un gato
FanfictionPor accidente Kyojuro se convirtió en un gato y Akaza pensó que era buena idea adoptarlo