One shots [Spruan]

En otra vida

Abrió los ojos rápidamente al sentir una respiración cerca de su cara, retrocedió rápidamente chocando con la pared.

-Hey Hey, tranquilo wacho.

Se levantó el pelinegro, alejándose del castaño.

»Soy Spreen, ¿Tú eres?

Lo miró desconfiado, sabiendo que no podía confiar en nadie.

-Soy… soy Juan.

Lo vió asentir.

-La… la mesa de sobras ya está por bajar, te estaba despertando para eso.

Simplemente asintió, mientras se levantaba.

»¿Que trajiste para acá?

Sacó su libro de adentro de su uniforme, mostrandolo.

-Un libro…

Lo vió fruncir el ceño, bajo su mirada.

-Pero eso no te servirá para defenderte.

»Pero al menos no me volveré loco aquí adentro…

[...]

Tomó un pedazo de comida, que parecía lo más limpio que había en la mesa, comenzando a comer en silencio.

No se dió cuenta cuando la mesa comenzó a bajar, solamente escuchó el grito de Spreen.

-¡Cuidado!

Sintió como Spreen lo tomaba de la cintura tirandolos a los dos para atrás.

-¡¿Estás bien?!

Miró la mesa bajar, su pulso se había acelerado y sentía que iba a vomitar.

Sintió como Spreen le pasaba las manos por el pelo, bajo su cabeza suspirando.

»Sos un boludo, es la quinta vez que te salvó de que te vayas para abajo, dios…

Se giró para mirar a Spreen, le sonrió.

-Pero estoy bien porque me salvaste…

Spreen lo miró molesto, pero sonrió levemente.

-Un día de estos me vas a matar de un infarto, chico del libro.

Sonrió más, y lo abrazo, Spreen era su única razón para no suicidarse en este hoyo.

Habían pasado, mmmm, ¿Dos meses? Desde que se conocieron, terminaron haciéndose pareja.

Todo iba bien, eran su salvación mutuamente.

Todo estaría bien si estaban los dos juntos.

[...]

Estaban en el piso 127, ya habían pasado 5 meses adentró, sorprendentemente seguían vivos, y juntos.

Pero todo se había jodido cuando con la mesa de comida, había bajado un hombre con un cuchillo.

Lo último que recuerda es el grito de Juan.

-¡Spreen! ¡Cuidado!

Se giró, viendo como Juan empujaba al hombre con el cuchillo.

Vío su vida desmoronándose al ver a su castaño caer al vacío, seguido por el hombre.

-Juan…

Un susurro sin aliento salió de sus labios al ver que estaba solo en el piso.

»¡Juan!

Corrió hacía el hoyo, mirando hacía abajo.

»No, no, Juan…

Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, sintiendo el vacío en su interior.

Cerró sus ojos, alejándose del hoyo y sentándose en el suelo.

Abrazo sus piernas, comenzando a sollozar en silencio.

“-¿Crees que podamos salir de aquí y ser novios afuera, Spreen?

Lo miró, una sonrisa se posó en sus labios.

-Claro que sí, seguro salimos y nos vamos a vivir juntos, te compraré un cerdito.

La emoción en la cara del castaño lo hizo reírse levemente.

-¿Un cerdo? ¿De verdad?

Asintió, mientras se sentaba a su lado.

-Sí, así lo cuidamos juntos.

Lo vió sonreír.

-¿Crees que es demasiado pronto si te digo te amo?

Miró sus manos.

-No, porque yo también te amo.”

Otro sollozo salió de sus labios.

-Te amo, te amo, vuelve, por favor.

Debieron saber que no iban a poder ser felices juntos, no aquí.

Pero…

Se levantó rápidamente, buscando el libró.

El “En otra vida” recalca en la portada al encontrarlo.

Lo miró unos segundos, después miró el hoyo.

»En otra vida…

Apretó el libro sobre su pecho, y corrió hacía el hoyo, cerrando los ojos.

»En otra vida.

[...]

-¡Hey, yo iba a tomar ese libro!

Giró su cabeza al escuchar una voz a su lado.

-Lo siento, yo lo tomé primero.

Se giró y comenzó a caminar a la caja.

-¡Pero si yo lo ví primero!

Giró los ojos, ignorándolo.

-¡Te invito un café si me das el libro, lo leemos juntos!

Se paró, pensándolo un momento.

-Bue, está bien.

[...]

-Soy Spreen, ¿Tú eres?

El castaño levantó la vista de su libro, con una sonrisa.

-Soy… soy Juan.