Un beso accidental fue el principio de una historia de romance juvenil.
El beso siguiente responde dudas de uno y confunde al otro.
Las hormonas no son más que una escusa de lo que ocurre y por desgracia, lastiman a uno.
Diferentes besos desarrol...
N/A: Aquí hay un pequeño salto temporal, ya pasando meses del primer incidente. :3
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Habían pasado unas semanas desde que Obito salió del hospital al haber sido hospitalizado por el incidente del puente Kannabi, meses atrás.
Al salir no fue sorpresa para nadie que ya quisiera otra misión, emocionado de ya controlar su Sharingan y obtenido las tres aspas, todo gracias a sus primos, quienes luego de recibir la noticia le fueron a entrenar gustosos.
Minato, aún conmocionado por los eventos anteriores, pidió al tercer hokage darle una misión de rango menor. Hiruzen entendió a la perfección su preocupación por lo que aceptó.
Al instante de entregar la misión, se armó una disputa. Los dos no querían tener que ver entre ellos. Las cosas entre ambos habían estado tensas desde su interacción en el juego. Claramente las quejas iban al hecho de compartir misión como equipo. Lo cual no tenía sentido. Kakashi era un anbu y Obito un jōnnin. El equipo Minato se había disuelto al momento que Obito y Rin se convirtieron en chūnnin y jōnnin. No había porque colocarlos juntos.
Sin embargo, de nada sirvieron los reproches exasperantes de Obito, –quien se quejo más–. Al final, por órdenes del Sandaime Hokage tuvieron que partir a su misión los dos.
Era una misión del Hokage, después de todo. No podían refutar nada, así que luego de una hora empacando, ambos partieron al país de las aguas termales.
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Ahora, ambos descansaban quitándose la fatiga en las aguas adicionales dónde se hospedaban, con una atmosfera bastante tensa.
Kakashi debido a que recordaba lo del besó, cosa que le estaba irritando tanto como lo confundía.
Mientras, Obito estaba indignado con su compañero. Se había ilusionado con la idea de que podría ver el rostro del Hatake al minimo momento de saber que descansarían en un hostal con aguas termales. Menuda desilusión al verle con un trapo tapando esa parte misteriosa de su rostro.
Ante eso, Obito ya se había hecho la idea de que su ahora amigo era feo y que esa era la razón de ocultar su rostro, a pesar de gustarle la sensación de esos labios contra los suyos esa vez.
