whatsapp; alex turner.

1.

Recogí mi pelo en una coleta alta y fui a coger mi bolsa para, por fin, irme a casa después de un día agotador. Me agotaba trabajar aquí los viernes y los sábados, venía mucha más gente, los demás días eran algo más normales y no venían más de dos personas en una hora. Pero al menos así me llevaba más propina y eso me ponía de mejor humor. Me aseguré de tener todo en mi bolsa y fui a decirle a mi jefe que me iba. Cogí los veinte euros de propina que me habían dejado y los metí en mi bolsillo. «Algo es algo» pensé.

Me abracé a mi misma con la intención de darme un poco de calor. La noche se notaba un poco fría, no para llevar abrigo pero tampoco para estar en manga corta. Todo estaba tan silencioso que podía escuchar mi propia respiración. Algo cayó detrás de mi y mi corazón se aceleró. Me di la vuelta y no vi nada. Sentí una vibración en mi bolsa que me indicaba que había recibido un mensaje. Cogí el móvil y miré hacia el aparato con confusión.

Número desconocido:

Siento mucho lo de esta mañana, en serio, no era mi intención. Perdóname por favor, te quiero.

Entrecerré los ojos ya que el brillo del móvil me hacía un poco de daño. ¿Quién era? ¿Sería Aaron? Aunque a él si lo tengo guardado...

Yo: 

¿Quién eres?

Quedé esperando durante unos minutos mientras seguía andando hacia mi casa, ya faltaba poco. Volvió a vibrar.

Número desconocido: 

Venga, no seas así. Hoy estabas preciosa.

Apresuré mi paso. Llegué a mi casa y fui a hacerme algo de cenar. Mientras me ponía algo cómodo respondí al mensaje.

Yo:

Lo siento, te has confundido de número.

Volví a la cocina y saqué lo que estaba calentando. Me senté en el sillón y me puse a ver la tele. Tres vibraciones.

Número desconocido: 

¿En serio vas a ponerte así?

Número desconocido: 

Te recuerdo que tu fuiste la que me dejo plantado el otro día.

Número desconocido: 

Para de comportarte como una cría.

Elevé una ceja y puse un mechón de pelo que cayó en mi cara mientras leía. ¿Pero quién coño es este?

Yo: 

Te estoy diciendo que estás confundido. No soy la persona que te dejó plantada y mucho menos me estoy comportando como una cría.

Respondió al instante.

Número desconocido: 

¿Lindsay?

Yo: 

No.

Número desconocido:

¿De verdad? lo siento... Me confundí.

«No me digas» pensé y rodé los ojos.

Número desconocido: 

Perdón si te molesté.

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