La historia de un amor imperfecto

¶¶¶ Capítulo 10 ¶¶¶

10

Con una risa terminó de hacer el desayuno, pues le acababa de contar una anécdota de cuando solía ir con su tía a dejar el almuerzo a sus primos y Malik se había comido un ají por andar de distraído.

Yuto sonrió de lado por las ocurrencias de su primo pelicenizo, continuaron con el desayuno de manera normal y tranquilo sin olvidar seguir con la charla de diversos temas.

Pasaron varias horas hasta que fue la hora de ir a la cita con el médico, Yuto había insistido y ya tenía programada la revisión para el chequeo de su sobrino o sobrina.

Ambos salieron de la casa y así en el auto del mayor fueron con dirección al centro de la ciudad donde estaba el médico. Yugi se mostró algo nervioso y con algo de temor en todo el camino, Yuto le daba pequeñas frases de ánimo hasta que finalmente llegaron.

—Tranquilo, yo estaré contigo. -Subieron por el ascensor y el mayor presionó el botón indicado, solo tardó unos segundos para después las puertas se abran mostrando la recepción donde una joven tecleaba en el computador. —Disculpe, agendé una cita a nombre de Yugi Muto.

La mujer saludó cordialmente y con una sonrisa le indicó el pasillo a donde deben seguir.

Ambos se sentaron y con esperaron unos minutos hasta que un hombre de cabello blanco, y de ojos chocolates les abrió la puerta.

—¿Joven Muto? . -Ambos se pusieron de pie y le siguieron al doctor dentro del consultorio.

—Buenas tardes. -Saludaron al mismo tiempo y el doctor les ofreció una sonrisa.

—Buenas tardes, soy el doctor Maximilian Pegasus, experto en el embarazo de los donceles además de mujeres con baja fertilidad. -Se presentó extendiendo la mano y saludando a cada uno. —Bien, ¿Joven Muto?

Señaló al chico tricolor y Yugi asintió tímidamente con la cabeza.

—Haré unas pruebas de sangre, orina y heces para comprobar que su estado de salud esté sin ningún problema además de programar una cita para el eco y que pueda conocer al feto. -Pegasus le sonrió amablemente y se puso de pies para guiar al menor hacia una pesa y empezar con lo general para crear su historial médico.

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—¿Entonces ya saben dónde está Yugi?. -Yami estaba mirando al Señor Solomon, quien con un suspiro respondió moviendo la cabeza. —Menos mal, estuve preocupado toda la noche.

Era la hora del almuerzo y el abuelo de Yugi había ido a conversar con Yami en su descanso, le comunicó las noticias buenas sobre el paradero de Yugi, exceptuando su embarazo obviamente, ese tema sería para después.

El tricolor de ojos rojos había estado muy preocupado, ese pequeño de ojos amatistas se había ganado su cariño, tenía algo que le llamaba la atención y últimamente había anhelado cada vez la hora de almuerzo, porque así podría verlo aunque sea un momento. Su mirada viajó a su vaso de jugo, observó su mano y notó sus dedos largos sin ningún accesorio, casi nunca usaba su anillo de matrimonio, siempre decía que era por el trabajo pero la verdad le era más cómodo así.

Yami tenía ahora su segundo matrimonio, el primero no funcionó pero reconoció a sus hijos, los cuales ya eran jóvenes, una de ellos tenía una edad similar a Yugi. En ninguno de esos fueron a través de la iglesia, solo civil además de una unión libre que tuvo en el intermedio de esos dos matrimonios. Desvío la mirada al recordar a sus hijos y como había uno de ellos que no sabía si era o no su hijo, por lo que aún tenía duda en reconocerlo.

Yami era todo un hombre de un carácter fuerte, podía ser tomado como el típico macho alfa, tenía ciertas actitudes machistas en ciertos casos, sin embargo en aquel tiempo no había problema sino que era un ejemplo a seguir y lo que se esperaba de todos los hombres, la cuestión es que aún era algo un poco extraño que un Doncel exista y por consecuente quedé en cinta.

Además que eso quería decir que había tenido relaciones con otro hombre, lo cual también se le hacía extraño pues siempre había estado con mujeres, pero decidió no tomarle mayor importancia y no meterse en las preferencias de los demás.

—¿Y entonces? Yugi aún no regresa pero aún así debería estar bien, el esta ahora con su hermano, tal vez sigue asustado y por eso no ha devuelto sus llamadas. -Estaba intentando ser comprensivo, algo que era extraño en él definitivamente pero sólo intentó estar y comprender la situación de Yugi.

—Eso o.... Yuto no le ha dicho nada de nuestra llamada. -El abuelo se frotó el puente de la nariz suspirando. —Con lo que sucedió hace años es evidente que nos ignore.

—¿Lo que sucedió fue tan malo?. -Yami estaba algo curioso, se mantuvo callado cuando vió al mayor asentir con su cabeza. —En temas del amor y la familia, sucede muchas cosas además de decirse palabras que hoy en día lamentamos.

El abuelo le dió la razón junto a un suspiro para después terminar de comer.

—Te agradezco toda la ayuda y preocupación ante lo sucedido con mi nieto, eres muy considerado Yami, me alegra que mi pequeño cuente con una amistad tan valiosa como la tuya. -El señor Solomon le extendió la mano al tricolor y este correspondió gustoso. —Gracias por escuchar a este viejo.

—Para mi es un placer conversar con usted Señor Muto, después de todo llevamos una buena amistad que se formó por mi trabajo. -Le sonrió para luego acomodar su sombrero. —Yugi es un chico muy amable y agradable, es imposible no encariñarse con ese niño.

Ambos adultos se despidieron, cada uno regresó a su labor, Yami en la construcción y Solomon a su casa donde Ishizu lo esperaba un poco más tranquila pero con ganas de ver al tricolor menor de la familia.

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Pido perdón por no actualizar pero con mi  nuevo emprendimiento que estoy haciendo se me ha hecho algo complicado. Si desean apoyarme pueden seguirme en mi Instagram: Beauty Isis Ec
Espero les guste y nos vemos nwn

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