¶¶¶ Capítulo 9 ¶¶¶

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Cuando despertó sintió sus ojos pesados, aun quería seguir durmiendo pero su alarma programada le avisaba que ya era hora de preparar una cena. Guió su mano para apagar el despertador para luego sentarse y finalmente estirarse alejando la pereza que aun contenía junto a un bostezo.

-Bien, primero veré si Yugi sigue dormido. -Se levantó y salió de la habitación con dirección a la del tricolor.

De manera lenta golpeó suavemente la puerta, esperó unos segundos y escuchó pasos acercarse. Cuando la puerta se abrió mostró a un somnoliento Yugi.

-Perdón ¿Te desperté?. -Hablo Yuto mirando los gestos dormilones del menor.

-No te preocupes, es mejor así, o después en la hora de dormir no podré hacerlo correctamente.-Respondió el joven con una pequeña sonrisa. -¿Necesitabas algo?

-Me preguntaba si te gustaría cenar algo en especial. Sé bien que los embarazos en general contienen muchos antojos, aun no sabemos de cuanto tiempo estas así que prepararé una cita con el médico lo más pronto posible. -Recibió un gesto afirmativo algo dudoso por parte del tricolor. -¿Entonces que te gustaria cenar?

-Cualquier cosa está bien hermano, no tengo esos antojos que mencionas. -Rió un poco pero luego se llevó la mano inconscientemente al estómago y continuó. -Aunque un poco de fideos con papas estaría bien.

Se llevó la mano a la boca de inmediato y con algo de pena observó al contrario quien solo sonrió y despeinó sus cabellos.

-De acuerdo, te avisaré en cuanto esté listo. -Se dio la vuelta pero fue detenido por el agarre en su ropa. -¿Yugi?

-¿Puedo ayudar? .-Su rostro tímido por la petición le provocó ternura por lo que tomó su mano en respuesta para guiarlo fuera de la habitación y luego hacia la cocina.

Ambos recordaron viejos tiempos, cuando ambos eran solo unos niños y vivían felices junto a su madre y sus demás hermanos, aun en sus mentes esta el rostro gentil y amable de la mujer de cabello castaño rojizo. Lo que de a poco iban olvidando era la voz dulce de la mujer.

Conversaron de varios temas mientras cocinaban la cena, primero por la vida de Yuto y su interés amoroso, después pasaron a hablar sobre Yugi, quien describió un poco de su relación con cierto joven pero no dio nombres ni características físicas.

Hasta que el tema del bebé salió.

-¿Sabes la responsabilidad de tener un bebé, Yugi?. -Su mirada no se apartó de los fideos que movía de vez en cuando. -Habrá muchos factores en todo ese proceso de maternidad, tendrás muchos cambios, tú vida en general cambiará.

Yugi secó con cuidado los utensilios utilizados escuchando atentamente al mayor, su cabeza se movió afirmando sus palabras.

-Lo sé, me gustaría prepararme lo suficientemente para poder ser un buen padre para mi bebé. -La mano con la que tenía un pañuelo con el que secaba los platos se detuvo. -Además... Me hace mucho ilusión poder dar vida, es una de las cosas que mamá me enseñó a querer de mí.

Yuto recordó aquel momento, ya no era el en la actualidad, ahora era un niño de 10 años mirando a su hermano menor de 8 años, quien lloraba asustado en los brazos de su madre. Aquel pequeño Yugi estaba negando querer tener su condición, debido a una burla por los compañeros de su escuela y donde lo molestaban por ser un "fenómeno".

Su madre, una hermosa mujer de cabellos cortos lo abrazaba con cariño mientras dejaba unos cuantos besos en su coronilla y hablaba susurrando.

-Este don, es algo maravilloso Yugi, personas maravillosas como tú son afortunadas. -

-Pe-pero los niños me dicen que soy un bicho raro y no juegan conmigo...

-Cuando seas mayor comprenderas el valor de ser un Doncel y cuando eso suceda estaras orgulloso de serlo y formar tu propia familia a la cual amaras y cuidarás mucho.

Soltó un suspiro saliendo de sus recuerdos cuando Yugi, pasó frente suyo, en busca de unos platos para servir la cena que ya estaba lista, gracias a los dioses no se le quema nada por andar perdido en el pasado.

-Entonces yo te apoyaré... -Comenzó Yuto. -Será duro pero quiero que sepas que no estaras solo Yugi, si necesitas algo solo debes venir a mí, pedirmelo y te ayudaré de inmediato. -Apagó la cocina y se seco las manos para mirar al tricolor.

-Muchas gracias... -Fue lo único que pudo decir, antes de enrollar se en un gran abrazo. -¿Podemos comer ya? Tengo algo de hambre..

Así fue como ambos hermanos se dirigieron a la mesa del comedor cada uno con un semblante tranquilo y disfrutando de aquella paz que había en el ambiente, disfrutaron la cena sin ningún contratiempo y al terminar cada uno limpió lo usado para después subir a descansar.

Se dieron las buenas noches y entraron a sus respectivas habitaciones.

Yuto tuvo algo de sed y salió de nuevo hacia la cocina, cuando iba de regreso pasó por la sala notando como un pequeño pitido junto a una parpadeante luz roja llamaban su atención. Su mirada seria se mostró en su rostro, por lo cual tomó el teléfono y presionando el botón escuchó el mensaje.

—Yuto... Lo lamento tanto por mi actuar en el pasado... ¿Puedes darme tu dirección para ir a visitarte y también recoger a Yugi? Yo-

Cortó antes de poder escuchar más y también borró el mensaje, tenía cierto rencor contra la mujer de cabellos negros, si no fuera por ella tal vez ahora sería feliz con su propia familia, solo tal vez... Yuya estaría junto a él.

Regresó de nuevo a su habitación cerrando despacio y tomando dos pastillas de un solo bocado, al final pudo dormir como una roca.










Hola mis pervertid@s!
Lamento mucho la inactividad, he estado ocupada y a la vez sin la fuerza para escribir, conozco la historia de mis padres al derecho y al revés pero al momento de plasmarla en palabras, se me complica.

Espero que hayan disfrutado, nos vemos ^^

La historia de un amor imperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora