¶¶¶ Capítulo 11 ¶¶¶

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11

Pegasus había salido de su consultorio por unos minutos dejando a Yugi junto a Yuto solos, uno ya recostado en la camilla mientras que su hermano mayor estaba de pies a su lado.

—Esto.... ¿Me dolerá? . -Le preguntó al contrario que estaba parado mirando la puerta, a su pregunta regresó a mirarlo y negó despacio. —¿Estas seguro?

—Solo es un eco, Yugi. Te pasarán esa pequeña plancha de ahí después de colocarte un gel frío, y después en la pantalla se podrá ver a tu bebé... No te dolerá. -Le aseguró Yuto, el menor asintió a las palabras de su hermano y observaron cómo Pegasus ingresó de nuevo.

—Perdonen eso, ahora bien. ¿Estamos listos para comenzar?. -Con una voz canturina tomó asiento y empezó a preparar el vientre de Yugi. —Esto estará frío así que resiste un poco. -le advirtió antes de colocarle el gel y Yugi se estremeció.

Esparció el gel por todo su vientre con el artefacto parecido a una pequeña plancha y en la pantalla empezó a mostrarse manchas a blanco y negro, se movió por algunos lados hasta detenerse en un punto.

—Bien, aquí está su nuevo integrante de la familia. -Con su dedo señaló una pequeña mancha en forma de maní. Movió un poco la pantalla para que la cabeza de Yugi pudiera ver también a su bebé. —Es este pequeñín.

Yugi observó aquella pantalla, no entendiendo muy bien todo lo negro y blanco que estaba pero al ver cómo a ese "maní" lo denominaba como su hijo o hija  hizo que sus ojos se humedecieran e inevitablemente sonrió por conocerlo.

—Es tan pequeño... Es tierno... -Comentó un poco sollozante y sintió como Yuto tomaba sus manos. —Mira hermano, tu sobrino...

—O sobrina, vaya que me estoy haciendo viejo. -Pegasus solo soltó unas risas.

—Sacaré una copia de las imágenes y podrán irse, tus resultados estarán en una semana así que les agendaré una cita sub-secuente.- Sacó las imágenes, le extendió a Yugi papel para que se limpie y así regresar al escritorio. —Bien, aquí está la receta debido a que las defensas de Yugi están algo bajas según lo que he observado, también recomiendo una dieta balanceada y las anotaciones están aquí. Nos veremos en una semana.

—Muchas gracias doctor. -Comentó Yugi mientras tenía en sus manos la ecografía de su bebé, le sonrió y Pegasus correspondió desordenando sus cabellos. —Nos veremos dentro de una semana.

Sin tardar más, ambos se marcharon y cuando estuvieron en el auto Yugi observó nuevamente el eco, en todo el camino de regreso no dejó de observar a aquella mancha, o pequeño "maní" como su hermano le había dicho, tenía una mano en su vientre imaginando que estaría ahí y después crecería.

—¿Le contaras al abuelo?. -Yuto rompió el silencio cuando se detuvo en un semáforo, Yugi soltó un suspiro pesado. —Si no quieres, no te obligaré.

—No hay problema, creo que mi abuelito tiene derecho de saber, además debo disculparme con ambos por irme así sin avisar. -Respondió guardando la ecografía dentro del sobre con su resultado. —Pero... ¿Podrias acompañarme?

Yuto arrancó de nuevo y girando en una esquina le sonrió de lado.

—Claro, después de todo eres mi hermano menor y debo ayudarte. -Sonrió  cuando recibió un medio abrazo por parte del tricolor. —Vamos ahora entonces.

Yugi asintió y poco después reconoció el camino hacia su barrio.

—¿Cres que el abuelo esté molesto conmigo?. -Preguntó algo temeroso mientras miraba por la ventana.

—Tranquilo, sé que lo va a entender, tarde o temprano lo hará...

El resto del camino continuó en silencio y sin mayor contratiempo llegaron a la casa de Yugi. El cual bajó del auto y de manera lenta se acercó hasta la puerta donde tocó ya que había olvidado sus llaves, por lo cual esperó un poco y l a puerta fue abierta por la mujer de la casa.

—Tía Ishizu... -La joven abrazó al  tricolor fuertemente y entre sollozos pidió perdón por su actitud. — ... esta bien, no le tomes importancia.

—No... -Baja la mirada y tiembla aún sin soltarle. —Lo lamento mucho, no debí haberte tratado así, por favor perdóname.

Yugi correspondió a su abrazo y dio unas suaves palmadas en la espalda de la mujer calmandola. Yuto simplemente se mantuvo al margen hasta que de pronto del interior de la casa  la silueta de un hombre salió.

—Abuelito... -Habló en voz baja. —Y-yo...

No continuó con su frase debido a que fue abrazado también por Solomon, por lo cual ahora la escena era un abrazo entre los tres, donde Yugi no pudo evitar sollozos y terminar derramando lágrimas mientras se disculpaba.

—Yugi, hijo, menos mal que estas a salvo. -Cuando finalmente se separó notaron la presencia de Yuto. —Hijo...

—Abuelo. Tía.-Saludó de manera cortante a ambos adultos sin apartar su mirada.

—Es mejor que entremos, hay mucho de lo que debemos hablar. -Solomon fue quien guió a todos hacia el interior de su hogar, en la Sala todos tomaron asiento. —Así que estuviste con Yuto estos días.

Yugi simplemente asintió cabizbajo, recibió un poco de jugo por parte de Ishizu.

—No sabía con quien más ir, tuve miedo de lo decepcionado que estarías de mí, por eso lo hice... Perdón abuelito.-El tricolor jugueteo con el vaso y lo restante de su jugo. —Por eso también le pedí que me acompañase ahora...

—Ya me lo imaginaba, sería algo inesperado que Yuto hubiera decidido venir por cuenta propia. -Comentó el señor Muto mientras miraba nostálgico y con algo de arrepentimiento a su otro Nieto, quien ni siquiera le miró y permanecía de pies cerca de Yugi. —Yugi, quiero escucharte, cuéntame lo que ocurrió.

El mencionado tragó fuerte y apretó el vaso en sus manos respirando hondo sintió una mano apoyarse en su hombro, agradeció en silencio el apoyo de su hermano mayor y comenzó a hablar.










Hola mis pervertid@s!
Perdón por la desaparición!
Tuve muchos problemas personales que me mantuvieron alejada de todo, no he tenido muchos ánimos de escribir debido a ello pero de a poco voy regresando.
Espero les guste y nos vemos nwn

La historia de un amor imperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora