Taking over you |Taehyung y tú|

Secuestro

Narra Taehyung

Una vez regresamos con los demás, pensé que sería buen momento para acercarme a Gwen y hablar un poco sobre lo que estaba pasando, ya que t/n se encontraba más despierta y no tendría que preocuparme porque se volviera a ir con otros chicos.

-Gwen -Le hablé sentándome a su lado.

Todos se divertían menos ella.

-Si vienes a terapearme no va a funcionar -Advirtió dandole un gran sorbo a su trago.

-Dime por qué te peleaste con Suga.

-¿No te lo imaginas?

-Sí, por eso quiero confirmarlo.

Gwen suspiró.

-Porque no quiere que me siga metiendo en los asuntos de tu mamá bajo el nombre de su familia.

Guardé silencio unos instantes y medité antes de responder.

-Entonces deja de hacerlo.

Ella me miró un poco desconcertada.

-Claro que no.

-Ya te he dicho que no quiero que tengas más problemas por mi culpa.

-Cállate -Chistó-. Estoy así de cerca de atraparla.

-Entonces déjamelo a mí.

-Si tu pudieras hacerlo ya lo habrías hecho.

No había falla en su lógica.

Gwen había pedido una botella para ella sola por lo que deslizó un vaso con hielo hacia mi.

-¿Quieres?

Asentí y ella vertió whisky en el vaso.

Le di un sorbo.

-¿Sabes? Es una estupidez.

-¿Qué de todo? -Bromeé.

-Que se haya enojado conmigo. Él piensa que lo hago porque sigo enamorada de ti.

-¿Y no? -Cuestioné.

Ella me fulminó con la mirada.

-No.

Reí.

-Ya sé.

Narra T/n

Continuamos la noche sin mas percances y ya que Suga no había llegado, decidimos llevar a Gwen a su casa y después irnos al departamento de Tae.

Sabía que Yeon Dong vivía en el mismo edificio para mantenerlo vigilado, pero según Tae, Yeon Dong estaba de visita ese fin de semana con su familia así que decidí pasar la noche con él.

Yo estaba tan exhausta que al llegar lo primero que hice fue botarme en la cama con todo y zapatillas.

-Estás loca -Se burló Tae entre risas.

Lo último que supe fue que me quitó las zapatillas y me acurrucó entre sus brazos.

Narra Taehyung

Eran aproximadamente las 12 del día y eso lo sabía por el ruido de la construcción de al lado que no me permitió seguir durmiendo, pero de cierta forma me sentí agradecido cuando fui bendecido con la imagen de t/n durmiendo entre mis brazos.

Se veía tan tranquila y en paz que no quería moverme un centímetro solo en caso de que se fuera a despertar.

Acaricié su rostro suavemente con una mano y sonreí ligeramente cuando abrió sus ojos con pesadez, quejándose de la luz que iluminaba su rostro.