La Prueba.

2. "El comienzo"

Pasaron dos meses desde entonces.

Hablamos cada día durante esos dos meses. Salíamos a caminar y hablábamos por teléfono durante horas. Me acompañaba hasta mi casa después de la escuela.

"Me gustas. Tú me encantas. Tú me fascinas..." Nuestras pláticas del diario.

Todo parecía ser tan perfecto. Él era distinto.

Llegó el 14 de febrero. Como siempre había pasado el 14 de febrero sola, jamás me había gustado. Me parecía estúpido que las parejas tuviesen un día especial para ellos, es decir, tenían 364 días más, ¿por qué joder con tanto amor ese día?

Bueno, ese día fue diferente. Mi primer 14 de febrero "lindo".

Al inicio, entré al aula para la clase de matemáticas, pero el maestro no había llegado. Parecía que no habría clase de mates. "Diablos", pensé. Amaba matemáticas.

Al dejar mis cosas, me di cuenta que había algo fuera de lo común a mi alrededor. En mi escritorio había una pequeña canasta llena de chocolates con un globo en forma de corazón colgando.

-¡Hey! Al fin apareciste. -Me gritó mi mejor amiga desde el otro lado del aula. Al parecer el detalle era de ella.

-Hola, muchas gracias, éste es genial, me encanta. -mentía.

-No es todo. -Metió una mano en su mochila y movió sus cuadernos. Sacó dos hojas; una con un dibujo de dos manos juntas encerradas en un círculo, y en la otra eran dos chicas dando la espalda, con sus brazos formaban un corazón. Qué cursi.

-Toma, yo misma los he hecho.

-Eres la mejor, sólo lamento no tener nada para ti...

-No importa, pero cuéntame, ¿cómo vas con tu chico?

-Oh, vamos, aún no somos novios. Pero todo va en ese rumbo.

-Excelente, ¿y qué le vas a dar de regalo?

-¿Debo darle un regalo?

-¿Hablas en serio? ¡Por supuesto que debes darle un regalo! Apuesto que él te regalará algo.

-Mirna lo ha visto ésta mañana y no llevaba ningún regalo o algo por el estilo.

Mirna era una de las chicas que no tenía muchos amigos, una de las tantas. Sólo nos hablaba a Perla (mi mejor amiga) y a mí. Desde que le conté lo de "mi chico", ella está al tanto de todo lo que él hace. Ella era tierna, pero su voz era demasiado chillona y a nadie le agradaba, además, usaba frenillos y al comer, no los limpiaba, así que andaba por allí con los frenillos llenos de torta y manzana. Que horror.

-Pero todos lo conocen, él casi está enamorado de ti, algo te dará, ya verás.

-Sólo espero que no sea algo demasiado llamativo... - suspiré.