9. "No molestar."

33 2 0
                                    

Pasaron dos semanas desde que Naem y yo terminamos. Desde entonces, todo había sido muy raro en la escuela. El verlo diario, pero ya sin siquiera dirigirnos una palabra, me parecía de lo más incómodo y triste. Él me hacía falta...

-Entonces, ¿ya no van a volver?- preguntó Perla mientras mordía una manzana. Pude ver como el jugo caía por su barbilla e iban a dar hasta el suelo.

-No lo sé. Llevábamos poco tiempo saliendo, creí que sería fácil terminar con él, pero lo extraño cada día más que el anterior... -suspiré.

-Mira, Rafael es un buen amigo mío y es mejor amigo de Naem, puedo decirle que hable con él y que nos cuente, ¿te parece?

-Claro...

-Pero ya no estés triste. Me deprimes. -dijo Perla con cara de asco.

-Es cierto, si sigues triste vas a comer helado y si comes mucho helado vas a terminar igual de gorda que Perla -atacó Mirna. Yo no pude evitar soltar una pequeña risa.

-¿A quién le dices gorda, cachetona cara de cerdo? -se defendió Perla.

-¡Ohhhh! No importa de que mundo vengas, eso debió doler. -intervine yo creando más conflicto.

-¡Tú cállate! -me gritaron las dos al mismo tiempo y comenzaron a hacerme cosquillas.

-Basta, chicas, si siguen así, me voy a terminar orinando en los pantalones. -dije mientras reía.

-Uy, gorda, deprimida y orinada... Definitivamente no serías un gran partido para los chicos. -Perla se burló.

-¿Y crees que alguien va a quererte a ti con esa cara tan fea que te cargas? -Mirna.

-Al menos no soy la grilla fea del salón, esa eres tú. -Perla.

-Dejen de pelear, aún están encima de mí y me están aplastando, par de vacas. -les dije con tono enojado, pero jugando. Habían decidido ponerse una sobre mis piernas y la otra sobre mi torso, agarrándome las manos para que no pudiera moverme mientras me hacían cosquillas.

-Vaca tú... -me dijo Mirna, luego miró a Perla- Bueno, pensándolo bien, estás más vaca tú, pobre Ana, tu trasero gordo le aplasta el tórax.

-Ja, que graciosa. -dijo Perla con sarcasmo.

-Tal vez no eres una vaca, pero sí estas aplastando mi tórax. -le dije fingiendo que me costaba respirar y enseguida se levantó.

-Oh, lo siento, ¿te encuentras bien? Cielos, en verdad lo lamento. -Perla sonaba asustada.

-¡Ay, como eres mensa! Te Está engañanado, torpe. - le dijo Mirna, al parecer me había descubierto.

-Ah, con que sí, ¿eh? -Perla arqueó la ceja mirándome.

-No, no basta. -cosquillas de nuevo.

Era increíble estar de nuevo con mis amigas.

La Prueba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora