Al salir del instituto, estaba desesperada por encontrarlo. Mi vista iba de un lado a otro recorriendo a cada persona que caminaba a mi alrededor.
Cuando por fin me rendí al creer que se había ido, lo vi.
Estaba parado frente a mí, separados por unos metros de distancia.
Caminó hacia mí. Llevaba un ramo de rosas en una mano y un enorme globo en la otra. En seguida supe que eran para mí. Sus ojos también se iluminaron al verme.
-Hola. Estaba buscándote. Tengo algo para ti.
Extendió ambas manos hacia mí. En ese momento recordé que yo sólo le había hecho una estúpida carta y me sentí la más tonta.
-Gracias... -respondí mientras sentía que me sonrojaba. Mi corazón latía muy rápido - ...también traje algo.
Metí mi mano e_n mi bolsillo y saqué la hoja de papel azul. Se la tendí y él la tomó.
-A la antigua, ¿eh? Así es mucho mejor. -Me sonrío.
-Sí, bueno, yo...
-Tranquila, no me importan los regalos. Incluso creo que el tuyo es mucho mejor que el mío.
-¿Cómo iba a ser mejor? Yo...
-Ana, es mejor porque tú pusiste tu corazón en él. Y me encanta.
-Ni siquiera la has leído...
-No hace falta, sé que me encantará. -Me guiñó.
-¿Harás algo después de clases?
-No, ¿por qué?
-Hay que salir.
-¿Me estás proponiendo tener una cita, Naem?
-Por supuesto, Ana.
-Claro.
-Hay un lugar al que quiero llevarte, paso por ti a las tres.
-Hasta entonces.
Se dio la media vuelta y me di cuenta de que algo había faltado en aquella conversación.
-¡NAEM! - Grité tan fuerte como pude.
Cuando él volteó, corrí hasta donde estaba, corrí muy rápido. -"¿Qué estás haciendo, Ana?" - no paraba de preguntármelo.
Cuando llegué a donde se encontraba, me paré frente a él.
-¿Qué pasa?
-Olvidé algo.
-¿Qué cos...
Lo besé.
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La Prueba.
RandomNo creas que al abrir tus piernas cierras un trato de amor. ¿O aún crees en cuentos de hadas?