Capítulo 23. Toma todo de mí

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"Ya fui a llamar a..." Las palabras de Henry se quedaron atascadas en su garganta, y atrás de el, una reina muy molesta miraba fijamente la escena que tenía en frente.

Emma estaba prácticamente encima de Regina, y ésta tenía la cabeza enterrada entre el cuello y hombro de la rubia. La reina sentía las llamas de su magia en la punta de los dedos, un solo movimiento y alejaría a ambas.

"Eh, esto... Necesitamos llevarla al hospital, se ha... Se ha vuelto a desmayar. Henry ve por mis llaves y prepara el coche, deja todas las puertas abiertas para que pueda pasar" dijo la rubia decididamente, no quiso mirar a la reina, sentía los ojos de ella taladrandole la espalda.

"Voy, pero es mejor usar el coche de mamá, es más grande"

Emma solo asintió y Henry obediente fue abriendo la puerta del dormitorio de par en par y corrió a encender el auto.

En la habitación, Emma sentía un ambiente tan tenso. Y cuando cargó a Regina entre sus brazos creyó oír el crepitar de un fuego inexistente.

Miró a la reina, por un momento vio ese fuego intenso en su mirada, como si realmente hubieran chispas ahí, luchando por querer salir y quemar todo a su paso, tenía esa mirada de marca registrada de la Reina Malvada. Pero de pronto, sus ojos se tornaron completamente negros por unos segundos, hasta volverse en un marrón claro, quizás solo lo había imaginado se dijo.

En todo el camino hacia el coche la reina se mantuvo en silencio, se sentía rara, muchas emociones se estaban apoderando de ella, muchos pensamientos negativos sobre lo que acababa de presenciar entre Emma y Regina.

Tenía que controlarse, por Henry y Emma, era seguro, algo no andaba bien. No era normal que su magia de repente se volviera tan salvaje.

Emma recostó a Regina en el asiento trasero del coche junto con Henry. Y ella se dirigió al asiento de enfrente con la reina, ambas mirándose con dudas, y miedos, sin embargo, cuando sus manos se encontraron a medio camino y se entrelazaron, todo el miedo se esfumó.

Al llegar al hospital Emma nuevamente cargó a Regina, al cruzar la puerta los médicos y las enfermeras se quedaron de piedra, era la primera vez que veían a la alcaldesa inconciente.

"Traigan una camilla rápido, Emma, ¿qué le pasó?" Preguntó el doctor Whale mirando desconfiadamente a la reina, ésta lo miró con altanería y molestia, Whale bajó la cabeza, no se olvidaba que era la Reina Malvada, por supuesto, nadie lo haría.

Las enfermeras fueron corriendo junto a ellos, la recostaron en una camilla, mientras el doctor empezó a examinarla.

"Whale, necesito ayuda, ella se ha estado desmayando y teniendo recaídas, no es normal, está muy débil".

"Probablemente esté embarazada"

Emma y Henry lo miraron con los ojos muy abiertos, y la reina no aguantó su ataque de risa. Como la reina del drama que era, fingió limpiarse las lágrimas.

"Es imposible, ¿encima de ese imbécil?, no, no está embarazada, ella no es tan idiota como parece, aunque últimamente lo dudo, es algo mágico. Y no, no tengo que ver en esto."

Emma solo la miró con curiosidad, los comentarios y miradas mordaces habían vuelto. Pero no tuvo tiempo de analizarlo porque el doctor interrumpió diciendo:

"No lo descartaría, quizás por eso sea la boda tan pronto, en todo caso han mencionado los síntomas, si no es un embarazo, es algo mágico, el cual lamentablemente no tengo explicaciones" explicó Whale. " De todas maneras le haré exámenes de otro tipo, para descartar, la voy a dejar en observación después de que despierte"

Un Nuevo Comienzo (Swanqueen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora