Un Nuevo Comienzo (Swanqueen)

Capítulo 5. Brazos entrelazados y corazones enamorados

"Todo lo que digo es que podrías haber respondido".

Emma se obligó a no suspirar. Era la quinta vez que Hook decía esas mismas palabras desde que la había sorprendido saliendo de la comisaría esa noche, y todavía no estaba segura de cómo se suponía que debía responder.

"Lo siento", repitió. "Te lo dije, estaba respondiendo, y luego la reina entró. Estaba un poco distraída después de eso".

"¿Demasiado distraído para querer verme?" Preguntó Hook, y el dolor en su voz fue irritante. Emma tragó saliva, apretando su agarre en el hueco de su codo.

"Lo siento", dijo una vez más. "Pero estoy aquí ahora".

"Supongo", murmuró, y continuaron caminando en silencio durante los siguientes momentos. Luego preguntó: "Entonces, ¿qué pasó con ella?"

"No mucho", dijo Emma, ​​tratando de reír para no demostrar el estremecimento de su piel. "De hecho, acabamos de hablar. Es una loca, pero no es tan mala como todos dicen que es".

Hook se burló. "Tienes que mantenerte alejada de ella".

"Suenas como Regina."

"¿Y planeas escuchar a alguno de nosotros?"

"Le dije a Regina que no iría a buscarla", murmuró Emma. "Pero no voy a enemistarme deliberadamente con ella diciéndole que se vaya y se joda cada vez que venga. No tiene sentido hacer eso cuando ella no ha hecho nada que me lastime".

Esperó, esperando que Garfio le dijera que estaba loca y que necesitaba encontrar una manera de deshacerse de la reina por completo. Pero en lugar de eso, dejó de caminar, la detuvo junto a él y dijo: "¿Le prometiste eso a Regina, pero no me lo prometiste a mí?"

"Killian," gimió Emma. "Ni siquiera has preguntado."

"Porque no he podido acercarme a ti en días", dijo, apartando los dedos de su brazo. "Pero irás a casa de Regina para prepararle el almuerzo todas las tardes teniendo ella a Robin o pasarás el rato con su gemela malvada en el restaurante de la ciudad donde todos pueden verte. ¿Qué se supone que debo hacer con eso?"

Emma no pudo evitar el suspiro que escapó de sus labios. "Tengo mucho en mi plato en este momento. Solo necesito que seas paciente".

"Siempre necesitas que sea paciente", se burló.

Emma lo miró, un estremecimiento de molestia comenzó a acumularse en su estómago, y abrió la boca para responder. Mientras lo hacía, una ráfaga de humo púrpura apareció detrás del hombro de Hook.

"No puedo imaginar por qué", dijo la reina mientras se materializaba. "Pareces ser una persona muy comprensiva".

Hook se dio la vuelta tan rápido que se perdió la leve sonrisa de Emma. Frente a la Reina Malvada, frunció el ceño. "Su Majestad."

"Capitán", respondió ella, mirándolo de arriba abajo. Emma vio la expresión depredadora en sus ojos y automáticamente dio un paso adelante, su estómago se apretó, pero tan rápido como había sucedido, el interés de la reina en él se evaporó. Ella miró su cuero sucio y sus collares tintineando desmayados y puso los ojos en blanco.

"Como dije," dijo arrastrando las palabras, mirando a Emma. "Todos hemos estado allí."

La cabeza de Hook se giró rápidamente para mirar a su novia. "¿Qué? ¿Has estado dónde?"

"No te preocupes por eso, querida", dijo la reina, deslizándose hacia ellos. Mientras se acercaba, Emma vio lo que estaba usando: era un vestido largo y ajustado hecho de terciopelo negro. Su cabello estaba recogido tan alto como siempre y sus labios eran de un color violeta oscuro y feroz. Se sintió como una cascada entre sus piernas. Mientras se acercaba a Emma, ​​con su vestido arrastrándose detrás de ella en una delicada cola, le guiñó un ojo a la mujer rubia.