Capítulo 26. Vacaciones

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"Mamá" Susurró Henry. La rubia estaba en una posición incómoda en la silla. Estaba sentada al lado de la camilla de la reina, con la cabeza recostada encima de las piernas de ella, su pelo era un desastre al igual que toda ella. Tenía la misma ropa de cuando llegaron ayer. No quería irse a cambiar, no quería dejar ni por un segundo a su novia.

Tenía miedo, ella tenía miedo de que en un segundo, en un instante, la reina desapareciera. Inconcientemente estaba agarrada de sus piernas, no evitaría nada pero la sentía. Estaba allí, con vida.

"Mamá" Volvió a insistir Henry, ya eran las ocho, y ella tenía que comer algo. Sus abuelos le habían dicho que no quiso tocar bocado. Sabía que, si el se quedaba aquí con su madre, Emma se quedaría un poco más tranquila. Solo un poco.

"Emma" Intentó por última vez antes de que su otra madre lo frenara.

"Está bien cariño, déjala dormir." Susurró la reina, mientras seguía acariciando perezosamente el cabello rebelde de Emma. "Estuvo conmigo toda la tarde y noche completa desde ayer, está agotada".

"Está bien, mamá, ¿estás segura de que no quieres que te traiga nada de casa?" Preguntó bordeando la camilla para abrazar a su madre por el costado.

"Si cariño, todo lo que necesito de casa está justamente aquí, no me hace falta nada más." Dijo mirando con cariño a ambos, ellos eran su hogar, su refugio, no había otra cosa en el mundo que quisiera más que su familia. "Pero ahora tienes que irte a la escuela Henry, estas llegando tarde".

"Pedí permiso. No me quiero ir, yo..."

"Sé... voy a estar bien, ¿Si? No iré a ningún lado" Intentó apasiguarlo.

"¡Casi te perdemos y ayer no me avisaron hasta recién de noche!" Henry exclamó, el ruido despertó a una Emma alarmada y preocupada. Levantó la cabeza inmediatamente y miró con miedo a la camilla, ella estaba ahí, estaba bien, estaba viva y... Estaba mirándole fijamente. Solo dos segundos tardó, dos segundos para lanzarse contra los labios de la reina y estrecharla entre sus brazos.

"¡Lo siento, se que fue mi culpa, lo siento Gina, lo siento!" Pocas veces había pedido disculpas en toda su vida, pero sabía que ninguna cosa le iba a mitigar de ser la causante del daño a la reina.

"Emm-"

"Lo siento, perdóname, por favor lo siento". Si tan solo ella hubiera hecho caso a las señales...

"Emma"

"Sé que ahora me odias y que no quieres saber de mí, Gina y-". Ahora su Gina no estaría así, tan delicada y mal... Una vez Regina le había dicho que en vez de ayudar solo lo arrui-...

"¡Emma! Cálmate" La reina tomó el rostro de la Sheriff entre sus manos y la acercó a su rostro. "Estoy aquí" Trazó suaves líneas en los párpados y relajó el ceño fruncido de Emma. "Pero yo... yo soy un peligro Emma, tienes que irte, puedo hacerte daño". Emma negó varias veces con la cabeza, la voz no le salía. "Sí, viste lo que hice, viste lo que soy capaz".

"N-no... No digas eso, Dios, por favor no lo digas, tu no-".

"Emma, mírame" Emma vió tanta fragilidad reflejada, tantos miedos y... Oscuridad, tantas emociones allí en esos ojos marrones. Emma hace tanto tiempo dejó de temerle a la oscuridad. "Esto solo puede empeorar, yo puedo lastimar a mucha gente, después de todo soy la Reina Malvada..." Emma negó tantas veces con la cabeza, que Henry creyó que se le iba a desprender del cuello.

"No, tu mírame y escúchame. Lo diré cuántas veces sea necesario hasta que entiendas, tú ya no eres esa mujer, ya no lastimas por placer, eres una mujer maravillosa, fuerte y valiente, que ha pasado por las cosas más horribles, sí, no eres tu pasado, eres tu presente Regina. Eres Regina Mills, la reina, mí reina, y mi Gina." Secó las pequeñas gotitas saladas que empezaron a deslizarse silenciosamente por el rostro de la reina. "Eres una mujer nueva, y estoy tan orgullosa de ti, ya no eres la reina malvada, eres mi amor, mi luz y no te dejaré caer."

Un Nuevo Comienzo (Swanqueen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora