𝐓𝐄𝐄𝐍𝐀𝐆𝐄 𝐃𝐈𝐑𝐓𝐁𝐀𝐆 || 𝐒𝐡𝐢𝐤𝐚𝐒𝐚𝐬𝐮

DOLOROSO

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Era de mañana y apenas abrió los párpados sintió pesar recorrer todo su cuerpo, era irónico que dormir lo haya cansado. Se tallo los ojos y aparto las cobijas para poder sentarse en la cama, su vista se perdió en dirección a la ventana donde apenas la luz del sol se distinguía... Apenas despertar había un solo pensamiento intrusivo que lo acompañaba desde que se despertaba hasta que se dormía.

Hace tres días vio a Shikamaru junto a Hinata y ambos cargaban cosas en las manos... Hinata era una Omega... Shikamaru se veía feliz con ella... Lo evitó cuando le dirigió la mirada... ¿Acaso el... Tenía algo con la Hyuga?.

Se sentía frustrado porque cuando los vio no pudo hacer nada, no tenía el derecho de hacerlo. No eran nada... Y sin embargo su pecho dolía con solo recordarlo, recordar el rostro apacible del Alfa al estar junto a la Hyuga, una expresión que nunca le había dedicado a el. ¿Porque la vida se empeñaba en hacerlo sufrir y recordarle que su destino siempre fue el estar solo?.

Sus labios se fruncieron en una mueca afligida, se impulso con sus brazos y salió de su cama. Iría a lavarse la cara para después desayunar y comenzar con su trabajo... Cuando entro al baño fue al lavabo pero Oh sorpresa.

Apenas abrió la boca una cascada de pétalos rojos cayó de ella. Su cuerpo se tenso al instante pero supo calmarse, ya se había acostumbrado a esto y realmente odiaba que algo tan malo ya fuera normal para el... Era tan patético, tosió un par de veces antes de que parará de vomitar, las espinas seguían subiendo por su garganta y lo pinchaban dolorosamente.

Se mojó la cara y la garganta con agua para tratar de aliviar la sensación, pero sabía que no había mucho que pudiera hacer. Miró en el espejo y vio que su rostro estaba empapado en lágrimas. No podía evitar sentirse frustrado y triste por su maldita condición, a menudo se preguntaba por qué tenía que ser el quién sufriera eso ¿Porque no podía ser Shikamaru quién lo recibiera?.

Después de unos minutos, logró recuperarse lo suficiente como para salir del baño y dirigirse a la cocina. Preparó su desayuno mientras trataba de ignorar el sabor amargo de las espinas en su boca. Miró por la ventana mientras bebía su té y se recordó a sí mismo que tenía un día de trabajo por delante.

No podía permitirse dejar que su condición lo detuviera, así que se levantó de la mesa y se dirigió a su lugar de trabajo con la cabeza en alto. Sabía que iba a tener un día difícil, pero también sabía que podía superarlo. Siempre había sido un luchador, y no iba a dejar que eso cambiara ahora.

Naruto estaba esperándolo fuera de su casa... Ese idiota, no tenía porque ir a recogerlo cada vez que tenían una misión en conjunto. Tal vez debería de empezar a hacer lo mismo aunque sea una vez, podría saludar al Cuarto Hokage si tenía suerte de encontrarlo.

— Hey Sasuke. ¿Listo para la misión? — saludo el rubio posicionado su mano en el hombro contrario.

— Siempre — respondió — No tienes que venir siempre a recogerme, sería más práctico para ti si me esperaras en la entrada de la aldea — comento mientras pasaba de largo al Alfa.